domingo, 2 de octubre de 2016

EL DON DE LA FE


"Los apóstoles pidieron al Señor:
– Danos más fe.
El Señor les contestó:
– Si tuvierais fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podríais decirle a esta morera: Desarráigate de aquí y plántate en el mar, y el árbol os obedecería.
Si uno de vosotros tiene un criado que regresa del campo después de haber estado arando o cuidando el ganado, ¿acaso le dice: ‘Pasa y siéntate a comer’? No, sino que le dice: Prepárame la cena y estáte atento a servirme mientras como y bebo. Después podrás tú comer y beber. Y tampoco da las gracias al criado por haber hecho lo que le mandó. Igualmente vosotros, cuando ya hayáis hecho todo lo que Dios os manda deberéis decir: Somos servidores inútiles; no hicimos más que cumplir con nuestra obligación."

Los discípulos piden a Jesús que les aumente la Fe. Y muy poca debían tener, cuando les contesta que con la Fe del tamaño de un grano de mostaza, harían maravillas.
Lo primero que nos ha de quedar claro, es que la Fe es un don. No es cuestión de horas de rezos y de penitencias. No rezamos para tener Fe, sino que porque tenemos Fe rezamos. No hacemos obras buenas para tener Fe, sino que hacemos obras buenas porque tenemos Fe. Eso sí, como es un don, tenemos que pedirla. Y hacernos la pregunta: ¿tenemos Fe?
No, no es una pregunta baladí. Si nos fiamos de nuestras fuerzas; si buscamos el poder; si defendemos privilegios; si fundamentamos nuestras obras en el dinero...es que nuestra Fe es muy pequeña. 
Tener Fe no es creer dogmas a ciegas. Tener Fe es fiarse de Dios. Tener Fe es buscar la verdad y la justicia, siguiendo la Palabra de Dios. Tener Fe es abandonarse en los brazos de Dios. Tener Fe es estar convencidos de que nosotros no podemos nada sin la ayuda de Dios. Por eso Jesús les dice a los discípulos que se han de considerar siervos inútiles. Tener Fe es buscar la voluntad de Dios y esforzarse en cumplirla. 



2 comentarios:

  1. Ben retrobat i amb alegria, Joan Josep. Vaja, que has canviat d'aires... ¿T'hi sents bé? La muntanya de Montserrat figura en un apunt meu de "Les hores blaves" (inèdit), ja que vaig ser 25 estius llargs de la meva vida a Rubí, i veia aquesta i el sant Llorenç, amb els seus dos frares encantats.
    Una abraçada ben ampla i bona entrada a la tardor.

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