El joven seguidor quedó preocupado por la conversación sobre la experiencia de Dios. Al salir de la oración de Vísperas, se acercó al Anacoreta y le preguntó.
- Pero, ¿cómo puedo tener esa experiencia de Dios?
Tomó el anciano al joven por el brazo y le dijo:
- En el otro. Descubrimos al Otro en el otro.
Guardó unos momentos de silencio y añadió:
- Rahner dijo que una persona que nunca ha amado ni cuidado a otra persona no puede saber lo que significa la palabra Dios. Es amando, sirviendo, entregándose, compartiendo...que podemos tener la experiencia de Dios. Descubrimos en el otro, al Otro que ya habita en nuestro interior.
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