"Puede compararse también el reino de los cielos a una red echada al mar, que recoge toda clase de peces.
Cuando la red está llena, los pescadores la
arrastran a la orilla y se sientan a escoger los peces: ponen los buenos
en canastas y tiran los malos.
Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles a separar a los malos de los buenos,
y arrojarán a los malos al horno encendido, donde llorarán y les rechinarán los dientes.
Jesús preguntó:
– ¿Entendéis todo esto?
– Sí, Señor – contestaron ellos.
Entonces Jesús añadió:
– Cuando un maestro de la ley está instruido acerca
del reino de los cielos, se parece a un padre de familia que de lo que
tiene guardado saca cosas nuevas y cosas viejas.
Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas se fue de allí."
El Reino no es elitista. Dios llama a todos los hombres, como la red pesca a todos los peces. No podemos hacer de la Iglesia un club de unos pocos, de los "perfectos". Nosotros no somos nadie para juzgar quién vale y quién no vale. Sólo Dios puede juzgar. Un Dios, que como un Padre bueno reparte sus dones a todos, como quiere y a quien quiere.
Pare Nostre...pare de tots.Gràcies
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