"Si tu hermano te ofende, habla con él a solas para moverle a reconocer su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a una o dos personas más, porque toda acusación debe basarse en el testimonio de dos o tres testigos. Si tampoco les hace caso a ellos, díselo a la congregación; y si tampoco hace caso a la congregación, considéralo como un pagano o como uno de esos que cobran impuestos para Roma.
Os aseguro que todo lo que atéis en este
mundo, también quedará atado en el cielo; y todo lo que desatéis en este
mundo, también quedará desatado en el cielo.
Además os digo que si dos de vosotros os
ponéis de acuerdo aquí en la tierra para pedir algo en oración, mi Padre
que está en el cielo os lo dará. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."
Este evangelio nos habla de la importancia de la comunidad. Los hombres no somos seres aislados. La comunidad nos da fuerza.
Los problemas debemos solucionarlos dialogando. Si eso no es posible, está la comunidad para ayudarnos.
La comunidad nos da fuerza...más todavía: en medio de la comunidad está Jesús. Si realmente fuésemos conscientes de esto, nuestra sociedad estaría fundamentada sobre la paz, el amor y no sobre la violencia, el odio y el poder. Todos somos conscientes de la falta de diálogo de nuestra sociedad. Empecemos por dialogar nosotros con los más cercanos, con nuestra comunidad. Y si esta comunidad se reúne en nombre de Jesús, Él se hace presente en medio de nosotros.
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miércoles, 16 de agosto de 2017
LA FUERZA DE LA COMUNIDAD
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Dialoga amb Ell...Ell et cura i pren cura de tots.Pare Nostre...Gràcies
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