miércoles, 25 de octubre de 2023

ATENTOS Y PREPARADOS

 


Y pensad que si el dueño de la casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que se la abrieran para robarle. Estad también vosotros preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperéis.
– Señor, ¿has contado esta parábola sólo para nosotros, o para todos?
 Dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y atento, a quien su amo deja al cargo de la servidumbre para repartirles la comida a su debido tiempo? ¡Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, encuentra cumpliendo con su deber!  De verdad os digo que el amo le pondrá al cargo de todos sus bienes. Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en volver, comienza a maltratar a los demás criados y a las criadas, y se pone a comer, beber y emborracharse, el día que menos lo espera y a una hora que no sabe llegará su amo y lo castigará. Le condenará a correr la misma suerte que los infieles.
El criado que sabe lo que quiere su amo, pero no está preparado ni le obedece, será castigado con muchos golpes. Pero el criado que por ignorancia hace cosas que merecen castigo, será castigado con menos golpes. A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más.


"Somos administradores de la gracia de Dios, y no podemos actuar como queramos, sino como Dios quiere. Aunque parezca que el amo está lejos, que Dios no se da cuenta de nada, que no se entera, todo lo que hacemos tiene consecuencias. Por eso es tan importante saber vivir para los demás, no sólo para uno mismo, y obrar con amor, sin violencia. Si vivimos así, estaremos más cerca del Maestro, cada uno con su vocación específica, pero todos dentro del mismo espíritu.
Esto se refiere a cada uno de nosotros. Puede ser que tú no tengas muchos cargos o muchas cargas, pero sí has recibido muchos dones, materiales o espirituales, de parte de Dios. Ahí te juegas mucho de tu respuesta a Él. Hay que elegir a quién servir, al pecado, para la muerte o la obediencia, para la justicia. Y esa elección la debemos hacer cada día. Cada mañana, cuando nos levantamos, aceptar la amistad de Dios y vivir con sus normas.
Pedro le preguntó a Jesús si la parábola iba por ellos o por los demás. Buena pregunta. Es más fácil pensar que se refiere a los otros. Pero está bien claro: al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá. Si Pedro esperaba una respuesta diferente, le quedó claro que el único privilegio del seguidor de Jesús es el privilegio del servicio.
Como a Pedro, estas palabras me preocupan, porque me siento agradecido por todo lo que he recibido. Sé que ha sido mucho. Y mucho tengo que dar a los demás. Como un criado fiel, sé lo que tengo que hacer, aunque no siempre lo haga como debería. Debo estar siempre en vela. Debemos estar así. Que el Señor me encuentre preparado. Que nos encuentre preparados. Merece la pena. Es para toda la vida. Para ésta y para la vida eterna."
(Alejandro cmf, Ciudad Redonda)

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