COMUNIÓN DE VIDA Y AMOR

"Tengo mucho más que deciros, pero en este momento sería demasiado para vosotros. Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oye y os hará saber las cosas que van a suceder. Él me honrará, porque recibirá de lo que es mío y os lo dará a conocer. Todo lo que tiene el Padre, también es mío; por eso os he dicho que el Espíritu recibirá de lo que es mío y os lo dará a conocer."

Muchas veces hemos oído decir:

- ¿El misterio de la Trinidad? Pues eso, es un misterio. Nunca lo podré entender. Lo dejo, pues, ahí, como algo que debo creer, pero que no influye en mi vida espiritual.

Sin embargo, Jesús envía a sus discípulos a los suyos, a bautizar a todos los pueblos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En el evangelio de hoy nos habla del Padre que es uno con Él y de un Espíritu que ha de guiarnos.

¿Qué nos dice el misterio de la Santísima Trinidad?

Nos dice, que Dios no es un Ser aislado, sino una comunión de vida y de amor. Un Padre que se entrega totalmente a su Hijo y ambos se aman con un Amor que es Espíritu de comunión entre ambos.

Nos dice que ser es darse, no autoafirmarse. Somos porque nos entregamos. La Trinidad es donación entre las tres personas y donación a todo lo creado.

Cuando en el Génesis se nos dice que Dios nos creó a su imagen y semejanza, nos está diciendo que debemos ser comunión, y donación. Esa comunión y esa entrega, ese Amor, que es Dios Trinidad, es lo que debemos llevar a la práctica en nuestra vida los cristianos. La Trinidad no es algo que debemos entender, ni siquiera creer, con la fe del carbonero, sino algo que debemos vivir. La fiesta de la Santísima Trinidad nos invita a vivir todos los hombres en perfecta comunión, y a hacer de nuestra vida un don, una entrega. El camino que nos muestra el Espíritu, es un camino de Unidad, de Amor y de Donación.