"El Dios Santo pregunta:
“¿Con quién me vais a comparar?
¿Quién puede ser igual a mí?”
Levantad los ojos al cielo y mirad:
¿Quién creó todo eso?
El que los distribuye uno por uno
y a todos llama por su nombre.
Tan grande es su poder y su fuerza
que ninguno de ellos falta.
Israel, pueblo de Jacob,
¿por qué te quejas? ¿Por qué dices:
“El Señor no se da cuenta de mi situación;
Dios no se interesa por mí”?
¿Acaso no lo sabes? ¿No lo has oído?
El Señor, el Dios eterno,
el creador del mundo entero,
no se fatiga ni se cansa;
su inteligencia es infinita.
Él da fuerzas al cansado,
y al débil le aumenta su vigor.
Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse,
hasta los más fuertes llegan a caer,
pero los que confían en el Señor
tendrán siempre nuevas fuerzas
y podrán volar como las águilas;
podrán correr sin cansarse
y caminar sin fatigarse."
Isaías nos envía un mensaje de confianza. Es lógico que nos quejemos ante los problemas, injusticias y desgracias de este mundo; pero la respuesta de Isaías es que Dios no nos abandona. Él sólo tiene un deseo: salvarnos. Él nos da fuerzas para avanzar y no caer.
La condición es que confiemos en Él. Entonces volaremos como águilas por encima de todos los problemas y dificultades. Tendremos nuevas fuerzas.
La teva força ens regenera. Pare Nostre
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