"Aquel día se cantará este canto en la tierra de Judá:
Tenemos una ciudad fuerte.
Para salvarnos
levantó el Señor murallas y fortificaciones.
Abrid las puertas para que pase una nación justa
que se mantiene fiel.
Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme,
porque confían en ti.
Confiad siempre en el Señor,
porque él es refugio eterno.
Él hace caer a los orgullosos
y humilla a la ciudad soberbia
derribándola hasta el suelo,
para que los humildes y los pobres
la pisoteen con sus pies."
Isaías nos dice que el Señor nos protege. Ha levantado murallas y fortificaciones que nos protegen del mal. Pero las murallas no han de encerrarnos en nosotros mismos. Por eso dice a continuación: "Abrid las puertas".
Nuestra verdadera salvación se produce cunado nos abrimos al otro, a los pobres, a los humildes. Cuando dejamos entrar a la nación justa "que se mantiene fiel".
Una espiritualidad cerrada nos aleja de Dios. Si abrimos nuestra vida a los demás, se la abrimos al Señor. Es entonces cuando estaremos protegidos de verdad.
Senyor conservans en pau als de caracter ferm...Pare Nostre
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