miércoles, 12 de junio de 2019

EL VERDADERO SENTIDO DE LA LEY


"No penséis que yo he venido a poner fin a la ley de Moisés y a las enseñanzas de los profetas. No he venido a ponerles fin, sino a darles su verdadero sentido. Porque os aseguro que mientras existan el cielo y la tierra no se le quitará a la ley ni un punto ni una coma, hasta que suceda lo que tenga que suceder. Por eso, el que quebrante uno de los mandamientos de la ley, aunque sea el más pequeño, y no enseñe a la gente a obedecerlos, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedezca y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos." 

Los fariseos y doctores habían transformado la Ley en una pesada carga. Jesús le da su verdadero sentido. Sí es una carga, pero la carga del Amor. Cuesta, porque exige entrega. No se trata de prescripciones porque sí. Se trata de hacer todo aquello que signifique amor al prójimo y evitar todo aquello que sea injusticia, desprecio, odio, violencia...
 "A veces la novedad genera espanto y nadie parece estar preparado para ella. Lo nuevo implica creatividad y está asociado con el futuro, con lo que nadie es capaz de ver más allá. Quizá las palabras de Jesús acerca de la Ley hayan provocado malas interpretaciones, tanto, que dentro de la comunidad judeocristiana existía el imaginario que Jesús llegó para anular lo antiguo, la Ley. No obstante, Jesús deja claro que ha venido a dar cumplimiento a la Ley y a los profetas, claro está, a través de la novedad del reino. Recuérdese que este proyecto sólo se hace posible a través de la vivencia de las bienaventuranzas como clave alternativa. Por eso, para ser considerado grande dentro del reino de los cielos debe de darse testimonio del proyecto de Jesús, asumiendo los riesgos de éste, luchando incansablemente por la justicia, es decir, la Ley. El reto de esta novedad hoy depende de nuestra respuesta a este compromiso: ¿será que nuestro proyecto de vida está encausado con el de Jesús?" (Koinonía) 

1 comentario:


  1. "No penséis que yo he venido a poner fin a la ley de Moisés y a las enseñanzas de los profetas. No he venido a ponerles fin, sino a darles su verdadero sentido. Porque os aseguro que mientras existan el cielo y la tierra no se le quitará a la ley ni un punto ni una coma, hasta que suceda lo que tenga que suceder. Por eso, el que quebrante uno de los mandamientos de la ley, aunque sea el más pequeño, y no enseñe a la gente a obedecerlos, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedezca y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos."

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