Llegó a la cueva del Anacoreta una caravana de coches todo terreno último modelo. Se instalaron cerca. Tiendas, cocinas, baños, lo último en energía solar...El dueño de todo aquello se acercó a la cueva para hablar con el Solitario.
Tras un buen rato de conversación, aquel hombre hizo desmontar todo aquel campamento, lo cargaron todo en los vehículos y se fueron por donde habían venido.
Intrigados, los discípulos preguntaron al Anacoreta quién era aquel hombre.
El Anacoreta contestó:
- Un pobre.
Se miraron extrañados los discípulos y exclmaron al unísono:
- ¿Un pobre? ¿Con todo lo que traía?
- Sí - contestó el Anacoreta - Ese hombre es tan pobre, que sólo tiene dinero...
Y los discípulos no se atrevieron a preguntar nada más...
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