lunes, 20 de julio de 2020

EL ANACORETA, LA VIDA Y LA MUERTE


Aquel hombre llegó muy preocupado a la cueva del Anacoreta. Le preocupaba la muerte y decía que creía que estaba desaprovechando la vida. El Solitario se lo miró con simpatía y le dijo:
- Vivir y morir son un arte. Si no conocemos el arte de vivir, no podemos conocer el arte de morir.
Hizo una pausa y prosiguió:
- No tienes que preocuparte por la muerte física. Es únicamente un tránsito hacia la casa del Padre. Te has de preocupar por la vida.
Miró hacia el horizonte y dijo:
- Si la finalidad de tu vida es el poseer, el disfrutar, el dominar...la muerte, para ti, siempre será un fracaso; porque nunca habrás poseído, ni disfrutado, ni dominado lo suficiente. Si la finalidad de tu vida es amar, entregarte, buscar un mundo mejor...la muerte será el paso a la plenitud, el encuentro total con tus hermanos, la llegada a los brazos del Padre.
Lo miró sonriendo mientras le decía:
- Recuerda que somos viajeros en esta vida, peregrinos. Aquí estamos de paso. Morir es llegar a casa...

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