Andaba el Anacoreta algo inquieto, bueno, bastante inquieto. Su marcha de la Cueva, la llegada a la ciudad, los últimos sucesos vividos...Se hacía preguntas y le inquietaba su futuro.
Aquella tarde rezó Vísperas como todos los días. La lectura del día, de la 1ª carta de Pedro le llegó al corazón:
"Y todos, en el trato mútuo, vestid como un delantal la humildad, pues Dios resiste a los soberbios y otorga su favor a los humildes. Por tanto humillaos bajo la mano de Dios, y a su tiempo os exaltará. Encomendad a Dios vuestros afanes, que Él se ocupará de vosotros." (1Pe 5, 5b - 7)
Quedarme en las manos de Dios como un niño en las manos de su madre -pensó el Anacoreta - Y recobró la paz...
hola que llega son pruebas
ResponderEliminarJoan,dejarse acunar por la palma de SU mano es el milagro de la fé.ALgunas veces,muchas veces,antes de salir de casa,le digo:"LlévaME de la mano".
ResponderEliminarMe alegro de que poco a poco encuentres esa paz que tanto necesitamos.
Y....la inquietud es un bien necesario que debemos gozar sin miedo.ÉL nos hizo libres y con humildad ,se puede todo.
Besucos
Gó
Los martes acudo a un grupo de oración en mi parroquia .Es un grupo formado por seis mujeres con distindos modos de vivir la fe.Esta angustia que sentia el Ancoreta en común tambien en esas reuniones.Cuando hemos debatido el tema llegamos a la misma conclusión:nos hace falta ponernos en sus manos con todo nuestro sentido..solo así esa angustia desaparece y podemos encontrar la
ResponderEliminarpaz..
Pero sabes Joan ,nuestra "suficiencia"es el mayor escollo para dejarse llevar por su mano..
Un abrazo ..isa
HOLA JOAN,SOC M. TERESA,NO LOGRO ENTRAR EN TU NUEVO ESPACIO VOY HACIENDO PRUEBAS EN ELLO.EL COMENTARIO DE HOY EL DEJARSE EN MANOS DE DIOS CADA MAÑANA AL LEVANTARNOS, ES LA MEJOR ORACION DE CONFIANZA.
ResponderEliminarY viviríamos mucho más tranquilos si fuéramos capaces de dejarnos llevar por Él, de colocarnos en sus manos y simplemente confiar, pero.... parece que siempre lo queremos tener todo claro y resuelto
ResponderEliminarBesos
Soqui