jueves, 17 de septiembre de 2009

EL ANACORETA Y LOS RECUERDOS...


Cada día encontraba más interesante sentarse con los ancianos en el banco del parque. Aquella mañana uno le dijo:

- Los ancianos pasamos el día recordando...no sé si esos es bueno o es malo...

Iba a responder el Anacoreta, pero se le adelantó otro anciano:

- Los buenos recuerdos nos hacen bien. Nos sentimos contentos con nuestro pasado.

El primer anciando repuso:

- Sí...a condición de que no nos impidan vivir el hoy. A veces recordamos lo que hicimos...y eso nos lleva a no hacer nada ahora. Los buenos recuerdos nos han de conducir a pensar, que si vivimos e hicimos cosas buenos antes, también las podemos realizar ahora.

Guardaron un tiempo de silencio mientras contemplaban un niño que se columpiaba alegremente. Luego el primer anciano preguntó:

- Sí, pero, ¿y los malos recuerdos?

Entonces el Anacoreta dijo:

- Supongo que son heridas no cerradas. Nos están pidiendo que las cerremos. Posiblemente aquellas personas a las que herimos o nos hirieron ya no están con nosotros...No importa. Cerrar la herida es aceptar nuestra parte de culpa, reconocer lo que ocurrió, pedir perdón, aunque no lo podamos hacer en persona, y agradecer a Dios que nos permite seguir adelante y nos rodea de personas que nos aman y a las que podemos amar...

Mientras, el niño, que se había caído, lloraba en brazos de su madre que le decía aquello de :"Culito de rana, culito de rana...sino sana hoy, sanará mañana..."

7 comentarios:

  1. Es curioso, yo hoy también hablo de recuerdos, ultimamente parece que solo van quedando eso, recuerdos.....
    Como dice el primer anciano, será cuestión de que esos recuerdos no nos impidan vivir el hoy, habrá que mantenerlos a raya y pensar que es hoy cuando tenemos que seguir haciendo cosas

    Un abrazo en un día totalmente gris y lluvioso
    Soqui

    ResponderEliminar
  2. Siempre he pensado que somos un compendio de sueños y recuerdos. Unos, nos dan la fuerza de saber los aciertos y los errores. Otros, nos dan empuje para seguir...aunque sepamos que tal vez no se cumplan.
    No renuncio a ninguno, de momento ¡¡¡
    En cuanto al " sana, sana culito de rana..." Acabo de cantarselo a mi nieta; ayer fue operada de anginas. La pobre supo lo que era un quirofano y una anestesia. Hoy la dierón el alta y ya está en casa dando guerra. jajajaja "No siento el niño que se me enfermó, sino el mimo que le quedó". Lo sufre su mami.
    Un beso, y me voy recordando tantas cosas.

    ResponderEliminar
  3. Amigo:
    Sabes que ultimamente por los acontecimientos que estamos viviendo, dentro del grupo, nos vemos obligados a recordar el pasado, y lo que hace un año parecia que recordarlo hacia daño a alguien, al final lo que se ha demostrado es que del pasado lo que más pervalece, son los buenos recuerdos. Todos estuvieron visitando LA CUEVA DE ANACORETA.

    Y con los recuerdos, cuanto más lejos los llevas en tu existencia, más activa es tu memoria.

    ResponderEliminar
  4. Hola Joan! y me doy la bienvenida porque es la primera vez que entro en este lugar...
    Yo también soy de ellas... es más, por un momento me he sentido identificada con el Anacoreta... Desde siempre me pareció interesante (pero mucho) sentarme en el banco con los ancianos y escuchar... e intentar aprender de aquellas palabras no sólo oídas.
    También es momento de recuerdos, por suerte la mayoría buenos, y ¿casualidad? versan en su mayoría con uno de estos ancianos importantes de mi vida.
    Estoy totalmente de acuerdo con lo que el Anacoreta dice en esta entrada. Es tiempo (siempre es tiempo) de curar esas heridas...
    Como dice Gloria Estefan: "Vamos abriendo puertas, vamos cerrando heridas".
    Te mando un abrazo grandote!
    Y felices recuerdos!
    Feliz en tu caminar... hacia delante!
    marta
    (la música, como siempre para quedarse en ella y escuchar, y dejarse ser... dejarse llevar)

    ResponderEliminar
  5. Joan,...los ancianos¡Esa asignatura pendiente y diliente.
    EWllos necesitan hablar mucho,y tener a alguien que les escuche.
    Ya hablaré de esto contigo si me lo permites.
    Besucos

    ResponderEliminar
  6. Me gustó la última parte de tu entrada. Es cierto, hay que saber cerrar las heridas (malos recuerdos)...
    Te dejo un cordial saludo desde Berlín.

    ResponderEliminar
  7. Lo bueno de los recuerdos es que podemos idealizar a situaciones y personas con el paso tiempo. Cosa que no es necesariamente mala.
    El fallecimiento de mi hermano el pasado día 10 es un mal recuerdo, pero el poder disfrutar del consuelo y presencia de la familia venida desde lugares distantes, el reencuentro, es un buen recuerdo; supongo que será éste último el que perdure con el tiempo.
    Un abrazo. Pablo.
    Espero que te hayan sido de utilidad las indicaciones que te envié por correo.

    ResponderEliminar