lunes, 25 de marzo de 2019

EL PRINCIPIO DE TODO


"A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, a visitar a una joven virgen llamada María que estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró donde ella estaba, y le dijo:
– ¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo.
Cuando vio al ángel, se sorprendió de sus palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:
– María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo: y Dios el Señor lo hará rey, como a su antepasado David, y reinará por siempre en la nación de Israel. Su reinado no tendrá fin. 
María preguntó al ángel:
– ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre? 
El ángel le contestó:
– El Espíritu Santo se posará sobre ti y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti como una nube. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel, a pesar de ser anciana, va a tener un hijo; la que decían que no podía tener hijos está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible. 
Entonces María dijo:
– Soy la esclava del Señor. ¡Que Dios haga conmigo como me has dicho!
Con esto, el ángel se fue."

Nos encontramos ante una joven que da su sí. Posiblemente no tiene claro a lo que está diciendo sí, pero se fía de Dios. Así empieza nuestra Salvación. Y es que las cosas importantes empiezan sin hacer ruido. Es nuestro sí diario a los pequeños detalles, a las exigencias de cada día, el que hace que nuestra vida tenga un gran sentido. Cada día se nos acercan "ángeles" pidiendo nuestro sí ¿Sabemos reconocerlos? 
"La fiesta de la Anunciación del Señor que la Iglesia propone nos recuerda que Dios cumple su palabra. Dios se dirige a una muchacha de pueblo, a una desconocida en el ambiente social, a una cualquiera para la institución religiosa y con ella comienza una nueva historia. María recibe un anuncio y en ella ese anuncio lo recibe toda la humanidad. El Ángel, símbolo de la presencia de Dios llega hasta donde María, entra en su casa, llega hasta su lugar vital y la saluda como la favorecida, invitándola a la alegría. El saludo llega mucho más allá. El Ángel le dice que el Señor está con ella. Esta visita del Ángel, es el inicio de una gran revolución. Dios transgrede las leyes religiosas y se acerca a una mujer, para hacerla partícipe del plan de la salvación de toda la humanidad. María es símbolo de la solicitud de Dios por las víctimas, por los excluidos, por los que no cuentan para los sistemas sociales y religiosos de nuestro mundo." (Koinonía) 



1 comentario:

  1. María es símbolo de la solicitud de Dios por las víctimas, por los excluidos, por los que no cuentan para los sistemas sociales y religiosos de nuestro mundo." (Koinonía)

    ResponderEliminar