"Uno de entre la gente dijo a Jesús:
– Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.
Jesús le contestó:
– Amigo, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
También dijo:
– Guardaos de toda avaricia, porque la vida no depende delj poseer muchas cosas.
Entonces les contó esta parábola:
- Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? ¡No tengo donde guardar mi cosecha!’ Y se dijo: ‘Ya sé qué voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes en los que guardar toda mi cosecha y mis bienes. Luego me diré: Amigo, ya tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y goza de la vida.’ Pero Dios le dijo: ‘Necio, vas a morir esta misma noche: ¿para quién será lo que tienes guardado?’ Eso le pasa al hombre que acumula riquezas para sí mismo, pero no es rico delante de Dios."
El dinero es para compartir, no para acumular. Pero nuestra sociedad sigue sin entenderlo. El dinero se acumula en unas pocas personas, mientras que mucha gente carece de lo necesario para vivir. La justicia exige solidaridad.
"En el texto evangélico, una persona anónima pide a Jesús su intervención, le pide que haga de juez en un caso particular. Qué es la justicia, nos podemos preguntar. La eficacia de la justicia de Dios se verifica en la transformación de la realidad para bien de la comunidad. Por eso crecer en la fe desde la acción y la oración nos hace justos tan solo si nuestro horizonte no se agota en el nivel personal, en decir, cuando lo trasciende y plenifica en el amor al prójimo. La perfección del obrar cristiano se realiza junto a los demás, por eso es necesario el discernimiento personal y también el comunitario. Una sociedad justa es aquella que toma en cuenta al sujeto en la complejidad de sus relaciones y condiciones personales y sociales. Y lo toma en cuenta no como medio, sino como fin: en eso se manifiesta el justo respeto a uno mismo y al otro como prójimo. ¿Cómo ejercitamos nuestra búsqueda de justicia desde el discernimiento personal y comunitario?" (Koinonía)
"En el texto evangélico, una persona anónima pide a Jesús su intervención, le pide que haga de juez en un caso particular. Qué es la justicia, nos podemos preguntar. La eficacia de la justicia de Dios se verifica en la transformación de la realidad para bien de la comunidad. Por eso crecer en la fe desde la acción y la oración nos hace justos tan solo si nuestro horizonte no se agota en el nivel personal, en decir, cuando lo trasciende y plenifica en el amor al prójimo. La perfección del obrar cristiano se realiza junto a los demás, por eso es necesario el discernimiento personal y también el comunitario. Una sociedad justa es aquella que toma en cuenta al sujeto en la complejidad de sus relaciones y condiciones personales y sociales. Y lo toma en cuenta no como medio, sino como fin: en eso se manifiesta el justo respeto a uno mismo y al otro como prójimo. ¿Cómo ejercitamos nuestra búsqueda de justicia desde el discernimiento personal y comunitario?" (Koinonía)
"...– Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.
ResponderEliminarJesús le contestó:
– Amigo, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
También dijo:
– Guardaos de toda avaricia, porque la vida no depende delj poseer muchas cosas..."
Una sociedad justa es aquella que toma en cuenta al sujeto en la complejidad de sus relaciones y condiciones personales y sociales. Y lo toma en cuenta no como medio, sino como fin: en eso se manifiesta el justo respeto a uno mismo y al otro como prójimo.