miércoles, 30 de octubre de 2019

LA PUERTA DEL REINO


"En su camino a Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba. Alguien le preguntó:
– Señor, ¿son pocos los que se salvan?
Él contestó:
– Procurad entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos querrán entrar y no podrán. Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, vosotros, los que estáis fuera, llamaréis y diréis: ‘¡Señor, ábrenos!’ Pero él os contestará: ‘No sé de dónde sois.’ Entonces comenzaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras calles.’ Pero él os contestará: ‘Ya os digo que no sé de dónde sois. ¡Apartaos de mí, malhechores!’ Allí lloraréis y os rechinarán los dientes al ver que Abraham, Isaac, Jacob y todos los profetas están en el reino de Dios, y que vosotros sois echados fuera. Porque vendrá gente del norte, del sur, del este y del oeste, y se sentará a la mesa en el reino de Dios. Y mirad, algunos de los que ahora son los últimos serán los primeros; y algunos que ahora son los primeros serán los últimos."


Lo que Jesús nos dice, es que seguirle requiere esfuerzo y entrega. No se trata de seguirle con palabras, sino con hechos. Y muchos que creen y que nosotros creemos que están lejos, están muy cerca de Él, porque saben amar a su prójimo y luchan contra las injusticias. 
"¡Qué admirable la actividad misionera de Jesús! va por todas partes hablando del reino de Dios, invitando a la conversión y al seguimiento. Alguien le plantea una cuestión de fondo sobre el asunto de la salvación. Gran preocupación de la humanidad a lo largo de la historia. Tiene sentido nuestra vida? qué final nos espera? cuáles son las condiciones para alcanzar la meta? pero Jesús no desliga el tema de la “salvación” de la vida de la gente. No se trata de buscar privilegios y honores en esta vida (puerta ancha) o de vivir pegados a prácticas y tradiciones religiosas. La salvación no se desprende porque se pertenece a esta o aquella denominación religiosa o corriente espiritual. Depende de la apertura al plan de Dios anunciado y testimoniado por Jesús. Si nos disponemos a participar activamente en su proyecto salvífico, ya estamos participando de la salvación en nuestra historia. La salvación es semilla y fermento que va creciendo en el corazón humano hasta llegar a su madurez en el encuentro definitivo con el Señor." (Koinonia) 

1 comentario:

  1. "...Procureu entrar per la porta estreta, perquè us dic que molts voldran entrar-hi i no podran..."

    ResponderEliminar