Después de rezar el Oficio, llamó el Anacoreta a su discípulo y le dijo:
- Hoy hemos rezado ese salmo tan precioso que dice: "Muéstranos Señor tu mirada y seremos salvados".
Se detuvo, como conteniendo su rabia, y añadió:
- ¿Quién fie el estúpido que comenzó a predicar que el ojo de Dios lo ve todo, que el ojo de Dios nos vigila...? ¿Quién transformó la mirada amorosa, vivificante de Dios em una mirada inquisidora, acusadora, aterradora?
Volvió a guardar silencio...
- Es posible que incluso lo hayan canonizado...He ahí la prueba de que Dios lo miró con mirada amorosa; porque si no...
Luego sonriendo le dijo:
- ¿Has visto esa imagen captada por el Hubbel a la que llaman Ojo de Dios? Es preciosa. Me recuerda a aquel profesor que tuve cuando era pequeño (¡qué gran suerte haberlo tenido!). Nos preguntó un día: ¿Cómo son los ojos de Dios? Nos quedamos perplejos en nuestra inocencia. Uno, tímidamente, dijo: azules. El contestó: los ojos de Dios son amorosos...
Y volvieron contentos a sus ocupaciones...
Los ojos de Dios son amor.
ResponderEliminar- ¿Has visto esa imagen captada por el Hubbel a la que llaman Ojo de Dios? Es preciosa. Me recuerda a aquel profesor que tuve cuando era pequeño (¡qué gran suerte haberlo tenido!). Nos preguntó un día: ¿Cómo son los ojos de Dios? Nos quedamos perplejos en nuestra inocencia. Uno, tímidamente, dijo: azules. El contestó: los ojos de Dios son amorosos...
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