Aquel día el Anacoreta y su discípulo pasaron la mañana cavando en su huerto. En un momento de descanso le dijo al discípulo:
- Si la tierra pudiera gritaría, sin embargo, gracias a que la cavamos, la removemos, la golpeamos...luego podrá dar fruto.
Miró al discípulo a los ojos y añadió:
- Lo mismo pasa con nuestro corazón. Nos quejamos de los golpes que nos da la vida y no nos damos cuenta, que gracias a ellos, después podemos dar fruto. En la Biblia leemos: "Si hoy escucháis su voz, no endurezcáis vuestro corazón". Dios nos habla con los hechos de la vida. Si entendiéramos esto, sacaríamos más provecho de los omentos duros de la vida. Las dificultades, los problemas...nos ayudan a crecer y a ser mejores.
Y siguieron cavando el huerto...
"...En un momento de descanso le dijo al discípulo:
ResponderEliminar- Si la tierra pudiera gritaría, sin embargo, gracias a que la cavamos, la removemos, la golpeamos...luego podrá dar fruto.
Miró al discípulo a los ojos y añadió:
- Lo mismo pasa con nuestro corazón. Nos quejamos de los golpes que nos da la vida y no nos damos cuenta, que gracias a ellos, después podemos dar fruto. En la Biblia leemos: "Si hoy escucháis su voz, no endurezcáis vuestro corazón". Dios nos habla con los hechos de la vida. Si entendiéramos esto, sacaríamos más provecho de los omentos duros de la vida. Las dificultades, los problemas...nos ayudan a crecer y a ser mejores.
Y siguieron cavando el huerto... "