Leía un libro el Anacoreta y constantemente movía la cabeza en señal de desaprobación. Se le acercó con curiosidad el discípulo:
- Hay personas - le dijo el Anacoreta - que buscan seguridad en la religión. Para ellos es un conjunto de obligaciones, de tradiciones, de dogmas. Una teología. Algo que cohesiona la comunidad...O bien la reduce a un pequeño clan o grupo.
Cerró el libro:
- Y esto no está mal, pero... no es la verdadera religión.
Miró a lo lejos y prosiguió:
- Eso, en realidad, es una traición al verdadero concepto de religión que viene de re-ligare, de unir. Unir al hombre con Dios. Hacer trascender al hombre "más allá". Cuando la reducimos a ritos, creencias y obligaciones, nos quedamos en el "más acá". Matamos a la religión toda su trascendencia. Deja de ser una espiritualidad...
Miró a los ojos al discípulo y dijo:
- Por eso la religión está tan desacreditada. Porque la hemos traicionado...
Miró a lo lejos y prosiguió:
ResponderEliminar- Eso, en realidad, es una traición al verdadero concepto de religión que viene de re-ligare, de unir. Unir al hombre con Dios. Hacer trascender al hombre "más allá".
RE-lIGARE...Re-Llegire...