Llamó el Anacoreta a su discípulo y le dijo:
- Escucha que cosa más interesante he encontrado en los escritos del sufí Ibn Abbad. Le dijo a un novicio: "Evita tres clases de maestros. Los que sólo se estiman a sí mismos, pues su autoestima es pura ceguera; los que sólo aprecian las novedades, pues sus opiniones no tienen sentido; y los que sólo estiman lo establecido, pues sus mente son celdillas de hielo".
Rodeó con su brazo los hombros del joven y añadió:
- He aquí tres defectos en los que todos debemos evitar caer: creer que siempre tenemos razón. Buscar lo nuevo simplemente porque es nuevo. Anclarnos en los establecido sin querer avanzar...
Y volvieron a sus ocupaciones.
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