En aquel tiempo dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!" Un jurista intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros". Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también, juristas que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!"
En España hoy es la festividad de la Virgen del Pilar. El evangelio lo comentamos el sábado pasado, por eso os cuelgo el que se lee hoy en el resto de países.
"La Palabra hoy nos hace caer en la cuenta de la tentación a la que estamos expuestos dada nuestra vulnerabilidad humana: nuestra vida esté movida por el afán de dinero, el poder, la sexualidad y un largo etcétera. Poner a Dios en un segundo plano, como lo están haciendo muchas sociedades en el mundo, es realmente perjudicial porque del límite y la moderación pasamos a darle rienda suelta al egoísmo, el individualismo, la búsqueda de privilegios, la envidia, las rivalidades, la división, actitudes que terminan deshumanizando el mundo en el que vivimos. Esta es la experiencia de los fariseos y doctores de la ley a quienes Jesús hoy les grita estos “ayes”, pues se olvidaron de Dios y absolutizaron otras cosas en su lugar. La invitación es siempre a la conversión, con la conciencia de que “sólo Dios y el hambre son absolutos”, es decir, no pueden relativizarse, como lo subraya Pedro Casaldáliga. Analizando tu vida con sinceridad, ¿quién o qué ocupa el lugar de absoluto en tu corazón? " (Koinonía)
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