"Os dejo la paz. Mi paz os doy, pero no como la dan los que son del mundo. No os angustiéis ni tengáis miedo. Ya me oísteis decir que me voy, y que vendré para estar otra vez con vosotros. Si de veras me amaseis os habríais alegrado al saber que voy al Padre, porque él es más que yo. Os digo esto de antemano, para que, cuando suceda, creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el que manda en este mundo. Él no tiene ningún poder sobre mí, pero así ha de ser, para que el mundo sepa que yo amo al Padre y que hago lo que él me ha encargado."
Los romanos se inventaron aquello de que si quieres la paz prepara la guerra. Nuestra sociedad lleva siglos preparando la guerra y no hemos conseguido un solo día de paz. La paz de Jesús se consigue amando, sirviendo, entregándose. Justo lo contrario de lo que busca nuestra sociedad: egoísmo, dominación, individualismo. Y así nos va.
"La situación de miedo paralizante que la comunidad experimenta por la partida de Jesús ha de quedar superada con lo que les ha comunicado: con el Espíritu, Jesus dona la paz. La paz (shalom) es la realidad más preciada y anhelada en el AT (Cf. Is 9,5s). En el contexto del evangelio de Juan es un don del maestro de Nazaret, es suya, y contrapuesta a la del mundo, que se impone por la fuerza y espiral de violencia para poder controlarlo todo, abre la puerta a la mayor de las pesadillas humanas: la guerra y el asesinato del otro. La paz de Jesús, y la que nos invita a construir de manera auténtica y sostenible, se establece con el amor interhumano y el cuidado a las múltiples formas de vida. Hacer posible la paz presupone la búsqueda de lo que “nos es en común” como seres humanos. El papa Francisco nos lo ha recordado: se necesita mucho más “coraje para hacer la paz que para llamar a la guerra”. ¿Estamos haciendo acontecer la paz de Jesús?" (Koinonía)
La paz de Jesús, y la que nos invita a construir de manera auténtica y sostenible, se establece con el amor interhumano y el cuidado a las múltiples formas de vida. Hacer posible la paz presupone la búsqueda de lo que “nos es en común” como seres humanos. El papa Francisco nos lo ha recordado: se necesita mucho más “coraje para hacer la paz que para llamar a la guerra”. ¿Estamos haciendo acontecer la paz de Jesús?"Koinonia.
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