viernes, 3 de enero de 2020

EL ANACORETA, LA MENTE Y EL CORAZÓN


El joven seguidor llegó a casa malhumorado. No entendía por qué aquel teólogo con el que había discutido, no entendía los problemas reales y diarios de los hombres. El Anacoreta, al escucharlo, miró tristemente por la ventana, guardó silencio un buen rato y luego le dijo:
- Posiblemente tiene a Dios en la mente y no lo tiene en el corazón.
Miró al joven con simpatía y prosiguió:
- Si sólo "vemos" a Dios con nuestra mente, si lo reducimos a dogmas, silogismos, razonamientos, leyes, estudios...y no lo "vemos" con el corazón, si no lo amamos, somos las personas más ignorantes del mundo en lo espiritual.
El joven preguntó:
- ¿Y cómo puedo saber que de verdad lo "veo" con mi corazón?
El anacoreta respondió con una gran sonrisa:
- El día que lo sientas presente y te arrodilles ante un amanecer. El día que comprendas que está presente en las personas más humildes, más olvidadas, más abandonadas...El día en que tengas la certeza de que amarlo a Él es amar a todos los hombres, incluso a los que te parecen menos dignos de amor...El día que sepas penetrar en el interior de tu corazón y lo encuentres a Él...
Puso su mano sobre el hombro del joven y concluyó:
- Pero eso es un trabajo de cada día. Es un descubrimiento que vamos haciendo a lo largo de toda nuestra vida...   

1 comentario:

  1. i TANT !... sentipensaments... o ... Ell sap de què parlo. Una abraçada a tots ! Bon dia... "Deixem a Déu ser Déu"

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