En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente: "El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas."
Les dijo otra parábola: "El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente." Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: "Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo."
"En las parábolas encontramos los planteamientos más claros e incisivos hechos por Jesús. Así como un acertijo, quien escucha la parábola no queda tranquilo hasta que descubre su significado. Son muy ilustrativas para la realidad del que las escucha. Jesús utilizó muy bien esta herramienta. En la medida en que las comprendamos, entramos en sintonía con el corazón mismo de Jesús, de su experiencia humana y religiosa. Frente a una sociedad que espera signos maravillosos de la manifestación de Dios, Jesús pone como ejemplo una semilla pequeñísima como la mostaza. Dios valora la dimensión de lo pequeño. Así como la mujer es parte determinante a la hora de mezclar la medida de levadura y harina, así de importante es tener una iglesia sabia y prudente hoy. Lugar de acogida donde se integren armónicamente todos sus miembros, donde no se excluya a nadie. Iglesia, con paciencia, para dejar a Dios actuar, convencida de que el proyecto es de Dios y él hará que su Reino permanezca entre nosotros, siempre que lo dejemos a él Ser Dios." (Koinonía)
Savi i prudent en tot... i sense deixar la realitat sagrada i humana de la fraternitat...compartida...Sobretot avui.
ResponderEliminarReflexionar el evangelio y tratar de vivirlo como podamos
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