En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el cepillo del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: "Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra; pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir".
La anciana del evangelio de hoy no es un ejemplo para pagar diezmos, impuestos o cumplir la ley. Esta viuda nos está diciendo que debemos entregarnos totalmente. Que debemos darlo todo. Nosotros damos algo, pero luego somos injustos, egoístas con los demás. Nos quedamos siempre con algo para nosotros. Seguir a Jesús es entregarse totalmente a los demás sin pensar en nuestras necesidades. Jesús era Dios y lo entregó todo. Se hizo hombre y dio su vida por nosotros. Debemos hacer lo mismo. Esa es la grandeza de la pobre viuda; por eso mereció los elogios de Jesús.
Excelent reflexió
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