martes, 13 de febrero de 2024

COMPARTIR Y CONFIAR EN ÉL


 
Se habían olvidado de llevar algo de comer y solamente tenían un pan en la barca. Jesús les advirtió:
– Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.
Los discípulos comentaban entre sí que no tenían pan. Jesús se dio cuenta de ello y les dijo:
– ¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿Todavía no comprendéis ni entendéis nada? ¿Tan embotada tenéis la mente? ¿Tenéis ojos y no veis, y oídos y no oís? ¿Ya no recordáis, cuando repartí los cinco panes entre cinco mil hombres, cuántas canastas llenas de trozos recogisteis?
Ellos contestaron:
– Doce.
– Y cuando repartí los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántos cestos llenos recogisteis?
Contestaron:
– Siete.
Entonces les dijo:
– ¿Todavía no entendéis?

Los discípulos no habían entendido. Habían sido testigos de una multiplicación de panes y se quejaban de que sólo tenían un pan en la barca.
No entendieron que el secreto de la multiplicación, el mensaje, era compartir. La levadura de los fariseos era acumular, el dinero, el poder. Jesús les ha mostrado que compartiendo hay para todos y aún sobra y no lo han entendido.
También Jesús les enseña que, estando junto a Él, nunca les faltará nada. Que se trata de confiar en Él. Tampoco lo entendieron.
¿Lo entendemos nosotros? Me temo que, tras los siglos transcurridos, tampoco lo hemos entendido. Así está nuestra sociedad. Una sociedad que acumula y apenas sabe compartir.


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