Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado también Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el que cobraba impuestos para Roma; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo, y Judas Iscariote, el que traicionó a Jesús.
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones:
– No os dirijáis a las regiones de los paganos ni entréis en los pueblos de Samaria; id más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Id y anunciad que el reino de los cielos está cerca.
Al igual que a los apóstoles, Jesús, hoy nos escoge a cada uno de nosotros y nos envía a anunciar el Reino. Como veíamos ayer, todos somos sembradores, todos somos enviados. Debemos anunciar el Reino y no un Reino lejano, sino que ya está en nosotros. Sólo debemos saber verlo. Darnos cuenta de que allí donde hay Amor, allí está el Reino; porque el Reino es ese Amor infinito que Dios nos tiene y del que debemos participar y hacer participar a todos. Una sociedad en la que el Amor sea su centro, ese serà el Reino.
"¡Otra vez a vueltas con la cosecha! Hoy Oseas habla de las semillas de la justicia, en un campo nuevo donde Dios mismo haga llover la justicia. Y el evangelio dice que el Reino está cerca. Nunca sabremos medir bien los “cercas” de Dios. Pensamos en días, meses, años o quizá edades enteras. El pueblo de Israel ha esperado durante miles de años. Y los cristianos creemos que el Reino ya ha llegado con la salvación de Cristo. Ni es tampoco un lugar geográfico. Cerca puede ser aquí mismo y también en la eternidad del paraíso. Y sin embargo, seguimos anhelando la justicia y la paz aquí y ahora. Sobre todo en estos tiempos en que ya no nos sorprende la corrupción, la mentira, la falta de justicia, el atropello de las instituciones, el deterioro de la moral, la división política, el enfrentamiento continuo, la persecución religiosa, las guerras y la miseria en tantos lugares… ¿Qué quiere decir “cerca”?
Cerca parece querer decir en el mismísimo momento en que se acepta la salvación de Cristo con todas las consecuencias: ya no se puede obrar como antes; hay que estar del lado de la verdad; hay que mantener la paz y la esperanza en medio de toda la inmundicia; hay que sembrar la justicia, para que llueva la justicia. Entonces, parece que cerca va a querer decir distintas cosas para distintas personas y comunidades. En otro pasaje, Jesús le responde al escriba que asegura que el mayor mandamiento es amar a Dios y amar al prójimo, que está cerca del Reino. ¿Está cerca el Reino o se acerca o aleja depende de la siembra de justicia? ¿Está cerca el Reino o hay que buscar al Señor hasta que baje y haga llover la justicia? Parece que ambas cosas. Y buscar al Señor también quiere decir buscar a los alejados. Es también un acto de justicia, una manera de sembrar la justicia: el que todos lleguen al conocimiento de la verdad. ¿Cómo llegarán al Reino si nadie siembra, si no se anuncia, si no se les acerca la justicia de Dios? Sembrar justicia (es decir, todo lo recto, santo, verdadero y bueno) es saber que el Reino está cerca."
(Carmen Aguinaco, Ciudad Redonda)
No hay comentarios:
Publicar un comentario