"Llevaban cojos, ciegos, mancos, mudos y otros muchos enfermos; los ponían a los pies de Jesús y él los sanaba."
Jesús sube a la montaña y la multitud le sigue, llevándole toda clase de enfermos. Jesús los curaba, pero no acaba el evangelio aquí. Jesús sintió compasión, se puso en el lugar de aquellas personas, que le habían seguido y no tenían apenas nada para comer. Jesús hace que compartan siete panes y unos pocos peces y todos quedan saciados.
La lección es clara. Ser cristiano es vivir para los demás. Hacer andar a los cojos, hablar a los mudos, ver a los ciegos...intentar hacer un mundo mejor. Ser cristiano, es saber ponerse en el lugar del otro, que eso es la verdadera compasión, y no el sentimiento de superioridad en que a veces la convertimos. El cristiano es aquel que sabe compartir. Sólo así lograremos un mundo en el que a nadie le falte nada. Un mundo más humano.
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