"También habéis oído que antes se dijo: ‘Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.’
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen.
Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, pues él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos e injustos.
Porque si amáis solamente a quienes os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¡Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan así!
Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¡Hasta los paganos se portan así!
Vosotros, pues, sed perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto."
El evangelio de hoy complementa al de ayer. Se trata del amor gratuito. De un amor que no espera nada a cambio. Y el model que Jesús nos pone es el del Padre, que trata a todos por igual.
Nosotros siempre clasificamos. Buenos o malos. Amigos o enemigos. Del país o extranjeros...Ante estas diferencias, deberíamos preguntarnos en qué medida somos responsables nosotros. Si aquel es mi enemigo, ¿qué puede haber en mí que le molesta? Muchas veces, lo que recibimos se corresponde a lo que hemos dado. Si damos amor sin esperar nada a cambio, tarde o temprano también recibiremos amor.
En vez de buscar culpable, debemos buscar excusas, razones que expliquen el comportamiento que no nos gusta del otro. Jesús en la cruz exclamó: ¡Perdónales Señor, porque no saben lo que hacen!
Esta es la perfección del Padre. Esta es la perfección que Jesús nos pide a nosotros.
El evangelio de hoy complementa al de ayer. Se trata del amor gratuito. De un amor que no espera nada a cambio. Y el model que Jesús nos pone es el del Padre, que trata a todos por igual.
Nosotros siempre clasificamos. Buenos o malos. Amigos o enemigos. Del país o extranjeros...Ante estas diferencias, deberíamos preguntarnos en qué medida somos responsables nosotros. Si aquel es mi enemigo, ¿qué puede haber en mí que le molesta? Muchas veces, lo que recibimos se corresponde a lo que hemos dado. Si damos amor sin esperar nada a cambio, tarde o temprano también recibiremos amor.
En vez de buscar culpable, debemos buscar excusas, razones que expliquen el comportamiento que no nos gusta del otro. Jesús en la cruz exclamó: ¡Perdónales Señor, porque no saben lo que hacen!
Esta es la perfección del Padre. Esta es la perfección que Jesús nos pide a nosotros.
Cerca l'excusa amatent de l'altre...Això és el que Jesús ens demana de l'altre. Pare nostre !
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