sábado, 19 de septiembre de 2020

EL ANACORETA Y EL HOMBRE QUE LUCHABA POR LA PAZ

 


Llegó a la cueva buscando paz. Le explicó al Anacoreta:
- He pasado la vida luchando por la paz y no he conseguido nada. He ido a los países en guerra y no me han querido escuchar. He estado en campos de refugiados y me han dicho que lo que querían era comer. Me he dirigido a los comerciantes de armas y me han echado diciendo que ellos viven de la guerra. He dado mil conferencias en mil países y han seguido preparando la guerra para preservar, me decían, la paz. Y lo que es peor. En mi corazón tampoco hay paz.
Lo miró con simpatía el Anacoreta. Guardó ese rato de silencio, mirando al horizonte, que era habitual en él, antes de responderle:
- La paz no se consigue "luchando". Ni siquiera hablando de paz. Se trata de que seas hombre de paz. Haz de seguir la oración de San Francisco. Has de "poner" paz. Entonces te sentiras solidario con las víctimas de la guerra, del terrorismo, del desamor, de las infidelidades de toda marginación..
Se detuvo un instante, y mirándole a los ojos le dijo:
- Y sobre todo recuerda que la la paz del corazón es el corazón de la paz. Esfuérzate por conseguir que la paz reine en tu corazón, en tu interior. Verás cómo entonces serás creador de paz a tu alrededor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario