A lo largo del tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma
Y uno aprende
que el amor no quiere decir meterse en la cama,
y que una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender...
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar las propias derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno empieza a construir
todos sus caminos en el hoy y ahora,
porque el terreno del mañana
es demasiado inseguro para planificarlo...
y los futuros tienen el riesgo
de hundirse a la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que si es en exceso,
incluso el calor del sol quema.
Así, uno planta su propio jardín
y adorna su propia alma,
en lugar de esperar que alguien traiga las flores.
Y uno aprende que
en realidad puede resistir,
que en relidad uno es fuerte,
que en realidad uno vale.
Y uno aprende y aprende...
y cada día uno aprende.
(Adaptado de un poema de Jorge Luis Borges)
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