martes, 21 de diciembre de 2021

MARÍA PRESUROSA




 Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."

María, tras su sí, se dirige presurosa a casa de su prima Isabel. La primera acción tras recibir a Jesús en su interior es servir, ayudar, estar al lado del que la necesita. María, modelo de cristianos.

"Con el símbolo de María, que corre a visitar a su prima Isabel, Lucas quiere indicar la manera como el Israel fiel, que vive fuera (en la ciudad de Nazaret, en la región de Galilea) del centro del poder político y religioso (Jerusalén), se pone en camino para ayudar al Israel oficial, al que vive según las normas y rúbricas de la religión judía tradicional, simbolizado en el relato por la persona de Isabel, quien era de la tribu de Judá: lugar donde se alzaba Jerusalén, ciudad capital, centro del judaísmo oficial. María saluda a Isabel. El saludo de María lleva la alegre noticia de la liberación que Dios mismo ha venido a hacer a la humanidad a través de Jesús de Nazaret. Como el ángel, que entró en casa de María; ésta entra en casa de Isabel. Es el encuentro de dos mujeres embarazadas, que parirán personajes claves para la nueva creación. El Cristianismo nació para dignificar la vida de las mujeres ¿Ha sido fiel el cristianismo a la tarea de dignificar a la mujer?" (Koinonía) 

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