viernes, 29 de julio de 2022

MARTA, UNA CREYENTE

 


En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá." Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día." Jesús le dice: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo."

"La Iglesia celebra a Marta de Betania junto con María y Lázaro, sus hermanos; ella aparece en las tradiciones del evangelio de san Juan en relatos que desembocan en la glorificación de Jesús. Marta significa “señora”. Atenta a la presencia del Maestro, fue discípula ejemplar. En un delicado reproche por la muerte de su hermano, Jesús la invita a abrir su mirada al horizonte de Dios. Ella accede a dejar en manos de Jesús su corazón inquieto, da un salto de fe y se confía a esa promesa de vida perdurable más allá de la muerte. Marta es portavoz femenina de la fe en Cristo Resucitado. Mujer de familia a la que le tocó luchar y padecer las contrariedades de la vida, hizo cuanto pudo para mantener ese vínculo de unidad entre hermanos, desafiando a la misma muerte. Ella es hermana de ese ejército de madres, hijas y hermanas de nuestro pueblo que rescatan numerosas vidas con sus lágrimas y sacrificios. ¿Qué haces para darle vida a quien te rodea? " (Koinonía)

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