Hoy se acaba el 2015. Prensa, radio, televisión, dedican espacios a recordar los eventos más importantes que han ocurrido durante este año que finaliza. Como lo malos suele ser más noticia que lo positivo, estos programas están llenos de violencia, guerra, catástrofes. Es cierto, todo esto ha sucedido; pero seguro que han sucedido más cosas buenas...pero esas no venden.
Para nosotros también acaba un año. Sería bueno que nosotros también dedicáramos un tiempo a reposar qué ha sido de nuestra vida durante este período. Lo que hemos hecho bien y donde nos hemos equivocado. Las cosas buenas que nos han sucedido y las malas. Las personas que hemos podido amar y aquellas que se nos han ido para siempre.
Frente a un nuevo año, siempre hacemos propósitos. Nuestra experiencia nos dice, que la mayoría de ellos no los cumplimos, a pesar de que los repetimos cada año. Será bueno que hagamos pocos propósitos, quizá sólo uno; pero que nos decidamos realmente a luchar por cumplirlo. Propósitos que estén a nuestro alcance. Es paso a paso que se avanza.
Para los creyentes desear, que en este año, avancemos en nuestro encuentro con Dios; que es avanzar en el encuentro de nuestros hermanos. Que sepamos entregarnos cada día un poco más a los necesitados. Que luchemos por la justicia. Que nuestra Fe sea nuestra vida y no sólo palabras.
Para los creyentes desear, que en este año, avancemos en nuestro encuentro con Dios; que es avanzar en el encuentro de nuestros hermanos. Que sepamos entregarnos cada día un poco más a los necesitados. Que luchemos por la justicia. Que nuestra Fe sea nuestra vida y no sólo palabras.
Y se trata de mirar al nuevo año con esperanza. Ya sé, las perspectivas no son muy alagüeñas. Nosotros solos no podemos arreglar el mundo; pero sí podemos arreglarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno. Es así como se arregla el mundo, parcela a parcela.
Y nada más. Desearos a todos que el AÑO 2016 sea un gran año para todos vosotros.