viernes, 31 de diciembre de 2010

AÑO NUEVO, HOMBRE NUEVO...


Mañana empezamos un nuevo año. Quien más quien menos, todos intentamos empezarlo llenos de buenos propósitos. No sólo esperamos que la sociedad nos depare aquellas cosas buenas que deseamos, sino que también nosotros nos proponemos cambiar. Normalmente estos buenos deseos no se realizan casi nunca y pronto nos damos cuenta de que los cambios, o no son fáciles, o no llevan a donde nosotros querémos llegar...
El error está en que buscamos  cambios externos, de fachada...y eso es algo parecido a lo que ha sucedido siempre en nuestra sociedad. Hemos girado la tortilla. Los pocos que estaban arriba los colocamos abajo. Unos pocos de los que estaban abajo, pasan a ocupar el lugar de los de arriba. Y la gran mayoría...sigue estando donde siempre estuvo...
Si los cambios no surgen del Amor de Dios que habita en nosotros, de nuestro interior...no conseguiremos formar el hombre nuevo, sino remozar, todo lo más, nuestra apariencia, que, al poco tiempo, volverá a descascarillarse...Es desde nuestro interior desde donde debemos empezar la construcción del hombre nuevo, para poder alcanzar un mundo más justo...Una justícia, una solidaridad, una espiritualidad que no nacen del Amor de Dios, de nuestro interior, son solamente injustícias mayores, máscaras, que ocultan la miseria de siempre...

jueves, 30 de diciembre de 2010

SEGUIR CAMINANDO...


Se acaba el año..., pero esta fecha no deja de ser mas que una fecha en el calendario. Ocurre como con nuestros aniversarios. Pasamos de los 62 a los 63 y ¿qué ha cambiado? Tenemos que seguir caminando. La vida sigue y hemos se continuar nuestro viaje. Lo importante es saber qué camino hemos de tomar. 
Leí una vez una frase de Teilhard de Chardin que no he olvidado:
"No somos seres humanos en un viaje espiritual. Somos seres espirituales en un viaje humano."
Cometemos el error de buscar lo espiritual en el exterior. De creer que somos espirituales, porque hacemos ejercicios de espiritualidad, porque nos desconectamos de la vida. 
El camino verdadero es todo lo contrario. Se trata de encontrar en nuestro interior lo espiritual y, poco a poco, repartirlo por el mundo, llenar nuestra espiritualidad de humanidad... 

miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL ANACORETA Y LA HIPOCRESÍA...



 
El Anacoreta veía a su joven seguidor preocupado. Buscó un momento de tranquilidad para hablar con él pausadamente. Tras unos momentos de charla el joven le dijo:
- Hace unos días que tengo problemas. Alguien me persigue en internet. Me insulta, dice que yo persigo a los otros. Me atribuye mensajes de dos personas que insultan, que hablan mal de la religión y que no sé quienes son. Intento no hacer caso. Las mentiras es mejor ignorarlas...,pero, poco a poco me siento incómodo. Me hace daño, aunque quiera dejarlo de lado.
El Anacoreta dejó que el joven se sosegara. Luego dijo:
- Entiendo tu sufrimiento, pero no debes consentir que nadie te haga perder la paz...Eso es lo que intentan los que tienen envidia de tu paz. Todo esto es fruto de la hipocresía...
Puso una mano sobre el hombro de su seguidor y prosiguió:
- La hipocresía les hace ver sólo lo que quieren ver. Basta que una vez en tu vida hayas cometido un error...sólo verán eso e ignorarán las mil cosas buenas que haces.
Sonrió y añadió:
- Ellos se presentarán ante tí como personas seguidoras de una religión perfecta. En realidad su relación con Dios es meramente externa..., pero en su interior no cambia nada. Están inmersos en su egoísmo y creen que sólo ellos son buenos...
Luego esperó un instante antes de proseguir:
- Al hipócrita no le importa el otro para amarlo, para relacionarse con él, sino para condenarlo...Internet es un medio de relación humana, pero algunos lo utilizan para condenar, para juzgar, para descalificar, para hacer daño...
Miró con cariño al joven y concluyó:
- El hipócrita se ve a sí mismo tan mezquino, que utiliza todas sus fuerzas para hundir a los demás...Créeme. No hagas caso. Sigue tu camino como hasta ahora. Tarde o temprano se le caerá la careta al hipócrita. Los que te conocemos te amamos. Y Dios sabe toda la verdad y nunca te dejará solo...
Y los dos se fueron a rezar Vísperas al monasterio de monjas benedictinas, con el corazón esponjado...

martes, 28 de diciembre de 2010

LOS INOCENTES...


Casi todos los exégetas están conformes en que el pasaje de los inocentes no es histórico, sino simbólico, como la mayoría de los relatos de la infancia de Jesús. Pero esto no les quita ninguna importancia. Al contrario, están llenos de sentido teológico. En los Inocentes vemos todas aquellas personas, fundamentalmente niños, (pero todo inocente es un niño), que sufren y mueren por nuestro rechazo al Amor de Dios, es decir, por culpa de nuestro egoísmo. Inocente es toda víctima de nuestras ansias de poder, de dominio, de estar por encima de los demás...Todos sabéis que Costa de Marfil se encuentra al borde de la guerra civil. En noviembre, creo que el 22, os puse un enlace a un programa de TV2, Signo de los Tiempos, (no sé si todavía puede verse), que nos mostraba el trabajo de dos compañeros míos, el Hno Josep Enric y el Hno. César, con los niños de la calle de Abidjan. Las últimas noticias que tengo, es que estaban intentando colocar a esos niños en familias, ya que las embajadas de Europa les apremiaban para repatriarse, dada la inseguridad...Sé, porque los conozco muy bien, que no abandonarán Costa de Marfil hasta que no tengan a todos los niños seguros en alguna familia o parroquia...Como José (por algo uno se llama Josep), velarán por la seguridad de cada uno de los niños, como si fuera cada uno el propio Jesús, sin importarles su vida. Pienso también hoy, en todos los niños obligados a ser soldados. Los que obligan a prostituírse. Los que sufren enfermedades y no pueden ser atendidos debidamente, porque creemos que es más importante pagar a un futbolista o construir un monumento, que dar asistencia a los que no tienen nada...
Nosotros mimamos y superprotegemos a nuestros hijos pensando que eso les hace bien...Nosotros abortamos porque no queremos "problemas"...Cerramos los ojos ante el sufrimiento ajeno o lo disimulamos con todo tipo de argumentos hipócritas.
Estamos rodeados de Santos Inocentes, pero nuestro egoísmo no nos los deja ver...quizá porque son musulmanes y nosotros somos muy católicos. Posiblemente porque vienen de otro país y nos estorban. Seguro que la culpa es del gobierno, pero ni siquiera ayudamos al que vive en nuestra casa o en nuestra calle. Nosotros, como Herodes, queremos ser los reyes de este mundo. Por eso nos estorban los inocentes...

lunes, 27 de diciembre de 2010

HAZ UN REGALO CREATIVO


Prepara tu regalo. Escógelo con acierto. Envuelvelo con mimo. Entrégalo con cariño. Que con él vaya también algo tuyo. Regala una cosa no comprada: una poesía tuya o de otro poeta, un dibujo, un recorte...
Regala unas palabras personales que salgan de dentro o escogidas de la Biblia o de un autor conocido o no.
Prepara y elabora tu regalo. No lo compres, hazlo. Y si lo compras que al final seas tú quien lo ha preparado.
Regala una cosa simbólica que sea significativa. Ya sabes que todos los regalos son simbólicos, porque hablan de ti y de aquel a quien se lo regalas: la idea que tienes de él, lo que esperas o piensas de él, como lo ves. Por esto, busca lo que vas a regalar a cada persona y piensa por qué lo regalas.
Regala algo que no sirva para nada más que para ser regalado.
Regala tu presencia: hazte presente a alguien a quien quieres o a quien lo necesita.
Consigue desaparecer en el momento oportuno, de forma que tu seas un regalo para alguien, pero no una carga.
Regala tu tiempo: dedica tu tiempo a las personas que amas y escúchalas en silencio. Facilitarás que se comuniquen, hablen y se expresen. Y mírate.
Regala tu silencio. No un silencio ausente, sino una presencia silenciosa que contagia paz, provoca la comunicación y estimula la vida.
Regala tu palabra: medida, justa y silenciosa.
Regala vida. Es fácil decirlo, pero la vida no se compra. Sólo se contagia.
Regala una palabra de ánimo a alguien: dile lo bueno que ves en él.
Regala sin pedir ni esperar nada a cambio. Regala tu Fe, para purificarla y quedarte con lo mejor de ella. Pero no seas pesado. Contágiala.
No pretendas comprar a los otros con regalos.
Y no lo olvides: Date tu mismo. Que seas un regalo para el que se cruza en tu camino. 
Sorprende a amigos y enemigos. Siempre. Y también en estas Navidades... 

domingo, 26 de diciembre de 2010

LA FAMILIA HOY...


"Cuando se marcharon, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
- Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
José se levantó, tomó al niño y a su madre de noche, y partió hacia Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por el profeta: ' De Egipto llamé a mi hijo'.
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:
- Levántate, toma al niño y a su madre, y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño.
José se levantó, tomó al niño y a su madre, y regresó con ellos a la tierra de Israel. Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí. Entonces, avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. De esta manera se cumplió lo anunciado por los profetas: que sería llamado nazareno."

El evangelio que leemos este año en esta festividad, no nos presenta, precisamente, una familia ideal. La Sagrada Familia tuvo que pasar por el trago de ser emigrantes. Si atravesar el estrecho en patera no es nada fácil, tampoco lo era en aquel tiempo, ir de Israel a Egipto...
Al regresar, deben retirarse a un pueblo pequeño y desconocido, Nazaret. La causa siempre es la misma: la persecución. José ha de proteger al niño.
Nos encontramos ante una familia con las mismas dificultades y problemas que tiene una familia humilde en nuestros días. José y María, son hoy esos emigrantes que han de dejar sus países buscando un futuro mejor para sus niños. José y María son esos padres que hoy han de luchar contra los Herodes que quieren acabar con sus hijos: las drogas, el consumismo, la falta de valores...
Jesús a pesar de ser el Hijo de Dios, era tan frágil como cualquier niño de  familia humilde hoy día. Jesús, como nuestros hijos, necesitó unos padres que cuidaran de él, que corrieran riesgos por él...Por eso da un poco de miedo, cuando se oye decir con toda naturalidad, que no existe el amor para siempre. Que todo se acaba un día. El problema de la familia no es el divorcio, sino la ligereza con la que se forma la estructura familiar, ya sea con el sacramento, civilmente o juntándose, confundiendo deseo, atracción, con amor. El deseo y la atracción sí seacaban. En el mundo de la educación encontramos cada día más familias rotas. Normalmente, las consecuencias no son buenas para los niños.
Por eso es ejemplar la responsabilidad de José (la familia en aquel tiempo era totalmente patriarcal), para salvar a su hijo, para ofrecerle lo mejor.
Todos tenemos una historia familiar. No todos los momentos son felices. Como José deberíamos estar atentos al ángel del Señor, a Dios que nos habla por los demás, por las circunstancias, para hacer que un nuestra familia reine verdaderamente el Amor; que no es precisamente la falta de dificultades, sino el saber superarlas unidos... 

sábado, 25 de diciembre de 2010

Y PLANTÓ SU TIENDA ENTRE NOSOTROS...


Los judíos fueron, en un inicio, un pueblo nómada. Para ellos, esta expresión, plantar la tienda entre nosotros, significaba vivir con nosotros, pasar a ser uno de los nuestros...Ese es el sentido de la Encarnación. Nuestro Dios no es un Dios lejano...es un Dios Humano.
Navidad humanizada.
¡Ay Navidad!
¡Qué lejos estás de la humanidad , de nuestra pobre humanidad!
Pero, Dios es nuestro mejor amigo;
ha descendido a la tierra y está entre nosotros,
ha nacido de una muchacha, sencilla y humilde del pueblo.
Nos regala cada día con todas las maravillas que nos rodean, es entrañable...
Nos amas tanto, que te has hecho como uno de nosotros,
pobre y mal vestido,
pequeño y sencillo, niño de Belén.
Y así sigues encarnado, en esta pobre humanidad angustiada,
que sufre,
que se desangra,
que es masacrada,
que padece hambre,
que muere...indefensa...
Aplastada por los ricos sin entrañas de misericordia,
cada día más ricos,
cada día más pobres...
Señor,¿qué es esto?
¿Realmente has venido?¿Para qué?
¿Sigues vivo y encarnado en mis hermanos y hermanas que sufren, que mueren, que se pudren?
¿Navidad? ¿Es un sueño, una ficción?
Ven ahora, Señor Jesús,
Niño de Belén.
Danos valor, coraje, Fe, más que credulidad;
danos Navidad.
Ven otra vez. No nos dejes.
Sálvanos de este materialismo aplastante,
de esta falta de Fe.
Míranos esta noche:
Soñamos que un día, no lejano,
lleno de esperanza,
será siempre y cada día Navidad.
Porque todos, como buenos hermanos y hermanas,
estaremos muy cerca unos de otros,
nos ayudaremos, seremos solidarios,
nos repartiremos el pan y todo lo que tengamos.
Habrá más justicia, paz y amor, sin retórica,
con sonrisas y hechos probados de calor humano.
Seremos más "persona", más humanos, más cristianos.
Estaremos más cerca de nuestro Padre bueno del cielo y de la tierra,
más cerca de nuestros hermanos y hermanas.
Junto a la cuna de Belén, pesebre, pobreza,
pero también nobleza y amor sin límites.
Rayos de luz infinita que se clavan en los humanos,
para iluminare su camino...

FELIZ NAVIDAD A TODOS.


viernes, 24 de diciembre de 2010

EL ANACORETA Y LA NAVIDAD


Este texto lo publiqué hace tres años en la Cueva del Anacoreta. Como veis, el anciano estaba todavía en el desierto. Pero las circunstancias no han variado. Por eso os lo vuelvo a ofrecer.

El Anacoreta marchó a la ciudad para asistir a la Misa del gallo. Cuando vio tantas luces y escuchó tantos cantos y frases bonitas, se quedó perplejo
- ¿Qué hago yo en el desierto si estos están más cerca de Dios que yo? - se preguntó a si mismo.
Junto a unos grandes almacenes vio a un viejo gordo, con una larga barba blanca y vestido de rojo, que, haciendo sonar una campanilla, decía:
- ¡Jo, jo, jo, feliz Navidad!
El Anacoreta se acercó admirado y le preguntó:
- Oiga buen hombre, ¿qué es para usted la Navidad?
Aquel hombre le miró con desprecio y le espetó a la cara:
- ¡Una mierda! Pasar un frío de coj...haciendo el payaso en esta puerta por un contrato basura.
Y volvió a su cantinela de jo, jo, jo...sin volverlo a mirar.
El Anacoreta pensó que el lenguaje de los hombres había variado un poco desde que él se fue al desierto, y siguió caminando.
Luces, música, escaparates multicolores, algún borracho que otro (no muchos porque era demasiado pronto), pero empezó a notar una ausencia...Dios.
Entró en la Iglesia. Todas las luces estaban encendidas, por los altavoces sonaban villancicos, pero...¡Qué raro! se dijo el Anacoreta. ¿No es en la iglesia dónde está Dios? Pero, por más que miraba, no lograba verlo. Empezó la ceremonia. Cantos. Un sermón que no se acababa nunca...y Dios no aparecía por ningún lado.
El pobre Anacoreta, aturdido, dejó la iglesia. Tristemente emprendió el camino de regreso a su desierto, pensando que no había sido una buena idea celebrar la Navidad en la ciudad. Se encontraba ya en los suburbios, cuando alguien tiró de la raída manga de su hábito. Era un pequeñajo flacucho, vestido tan pobremente como él, pero con la sonrisa más bella del mundo, que le decía:
- Abuelo, abuelo, venga conmigo.
El Anacoreta se dejó arrastrar hacia una casucha de latas y cartones. Allí, alrededor de un pequeño fuego, estaba una pobre familia.
- Venga, venga, abuelo. Que hoy es Nochebuena y nadie puede quedarse solo.
Allí, el Anacoreta, tomó la mejor sopa de huesos mil veces hervidos que nunca había probado. Allí, el Anacoreta comió el plato de arroz con piedras mejor del mundo. Allí, el Anacoreta, bebió un café de marro recogido de las basuras de un restaurante, que le supo a gloria. Allí, el Anacoreta, mientras le resbalaban las lágrimas por las mejillas, vio, sentado, riendo y jugando con los niños, meneando la cabeza delante del abuelo que andaba un poco trompa, a Dios.
Y dicen que aquella noche una estrella acompañó al Anacoreta de regreso a su cueva...

jueves, 23 de diciembre de 2010

¿QUÉ VA A SER ESTE NIÑO?


"A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo:
- ¡No! Se va a llamar Juan.
Le replicaron:
- Ninguno de tus parientes se llama así.
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre».
Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo:
- ¿Qué va a ser este niño?.
Porque la mano del Señor estaba con él."

Esta pregunta se la hacen todos los padres ante el nacimiento de un hijo. Y sueñan lo mejor para él...Posiblemente pocos esperan que su hijo sea alguien que anuncie a Jesús al mundo, que sea presencia de la misericordia de Dios en nuestra tierra. Eso es lo que significa Juan: "Dios hace misericordia". Ese debería ser el futuro de todo hombre que nace...Luego la vida nos tuerce y desvía de nuestra misión. Entre otras cosas, porque olvidamos algo tan importante como, que "la mano del Señor está con nosotros". Queremos ser independientes, seguir solos nuestro camino...y nos distraemos con lo que vamos encontrando. Olvidamos que hemos de repartir Amor, que Dios actúa en este mundo solamente a través de nosotros...Buscamos ser importantes, tener poder, atesorar bienes...y no recordamos que la verdadera riqueza es compartir, que el verdadero poder es enjugar las lágrimas de los otros, que la auténtica importancia es servir a los más pequeños...
Todavía estamos a tiempo de preguntarnos: ¿Qué voy a ser a partir de ahora? 

miércoles, 22 de diciembre de 2010

MAGNIFICAT


"En aquel tiempo, María dijo:
- Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa."

María, desde su sencillez, responde a Isabel con el Magníficat. Es el cántico que rezamos cada día en Vísperas (los que rezamos Vísperas, claro). Canto de Adviento y canto de Navidad. Porque todos los días es Adviento y todos los días es Navidad. Todos los días esperamos a Jesús y cada día nace en nuestro corazón, si somos pobres, si no somos orgullosos, si sabemos compartir, si sabemos luchar contra la injustícia, si somos capaces de hacer el silencio en nuestro corazón, para que se llene de Él.
Hoy os pediría, que dediquéis un tiempo en un lugar tranquilo y releáis las palabras de María. Eso nos ayudará a todos a entender lo que significa "Dios con nosotros".
Os dejo este enlace a un Power Point. Espero que podáis abrirlo.

http://www.presentaciones.org/CartaaJesus.pps

martes, 21 de diciembre de 2010

PONERSE EN CAMINO...

"Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
- ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."

María, hoy, vuelve a ser un ejemplo para nosotros. Enterada del embarazo de su prima Isabel, "se puso en camino y fue aprisa a la montaña..." Y fue para ayudar a su prima, ya de edad, por lo que el parto se preveía complicado...
Los exégetas ven en este sencillo pasaje un gran simbolismo. María, portando en su seno a Jesús, realiza el mismo camino que hizo recorrer David al Arca. La montaña, para los místicos, simboliza la unión con Dios...
Nosotros nos fijaremos en ese ponerse en camino de María y de hacerlo con presteza.
No basta con conocer la voluntad de Dios, con saber lo que Él quiere de nosotros...Hemos de actuar con presteza, ponernos en camino y no hacernos los remolones, buscando mil excusas para seguir sin cambiar. Es con ese camino, con el que mostraremos a Jesús a los demás, como hizo María a Isabel. No pensemos que María entendía algo. ¿Podía entender que su hijo, el Hijo de Dios, naciera en un establo?¿Podía entender que muriese en una cruz? No entendía, pero creía. La voluntad de Dios sobre nosotros nos puede parecer incomprensible...Él sólo nos pide que creamos y nos pongamos en camino. No nos pide nada más...

lunes, 20 de diciembre de 2010

SÍ...


"En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
- Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
- No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
- ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?.
El ángel le contestó:
- El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
- Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.
Y la dejó el ángel."

Ayer nos fijamos en José. Hoy es el turno de María. Nos encontramos aquí con el núcleo de lo que significa ser seguidor de Jesús. Nos los enseña una joven. Nadie, para el mundo judío de aquellos tiempos. María pregunta. El ángel le dice que es obra de Dios. No necesita comprender nada más. Le basta para pronunciar el SÍ más importante de la historia.
El camino del discípulo es, buscar la voluntad de Dios y aceptarla. Esta es la gran lección de María. Desde este día observará y guardará todas las cosas en su corazón. Hasta el día en que completará su lección, diciéndonos, "haced todo lo que Él os diga".
Ya sé. No es fácil conocer la voluntad de Dios. Sobre todo en estos tiempos en los que tantas voces nos apagan la suya. Por eso es tan importante la oración. La meditación. El saber escuchar la voz del otro, los signos de los tiempos. Hemos de preguntarnos cada día, ante cada acontecimiento, cuál es la voluntad de Dios. Si somos sinceros, honestos, encontraremos la respuesta en nuestro interior y en las necesidades de los demas...¿Hemos pensado cuantas personas dependen de nuestro SÍ?

domingo, 19 de diciembre de 2010

DIOS CON NOSOTROS


"El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
- José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: "Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"." Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer."

Es importante que hoy nos fijemos en José. Mateo nos dice que "era justo". Para los judíos, ser justo, significa  cumplir la Ley exactamente. Este dato, junto a su intención de abandonarla en secreto para no denunciar a María, nos muestran la gran bondad de José. Ya que el hijo que esperaba María  no era suyo, la Ley le pedía denunciarla de adulterio, lo que habría supuesto, probablemente la lapidación.  Sueño, ángel...o reflexión profunda de José, lo importante es, que decide que aquel Niño entre a formar parte de su familia, descendiente de David. José nos señala el camino a seguir. Más importante que la Ley es el Amor. A Jesús, el que viene a liberarnos, Dios con nosotros, se le muestra aceptando su voluntad, aunque no la comprendamos, como José no comprendía lo que sucedía. Es mediante la oración, la meditación, que descubriremos lo que Dios quiere de nosotros. Con nuestra obsesión por la ortodoxia, corremos el peligro de mostrar a los demás un Dios de la teología, un Dios de manual, en vez de un Dios Salvador, un Dios con nosotros...


sábado, 18 de diciembre de 2010


Se acerca Navidad. Hoy os dejo un texto de Pepe Laguna que apareció en ECLESALIA que me parece una hermosa reflexión para prepararnos a la Navidad auténtica.

"Ya es Navidad en la isla de Alborán.
 No han sido los ángeles quienes me han dado la buena noticia, lo he leído esta mañana en las ediciones digitales de todos los periódicos: ayer domingo, una María negra dio a luz una preciosa niña en la embarcación con la que cruzaba “ilegalmente” el Estrecho.
Igual que hace dos mil años, María huía del futuro dictado por los Herodes de la miseria y la corrupción. En esta ocasión no viajaba a lomos de un burro, sino en el húmedo vientre de una patera. Como entonces, le llegó el momento del parto en pleno viaje y el pesebre fue sustituido por un desvencijado cayuco. No había posada ni para ella, ni para los 32 subsaharianos que la acompañaban, entre ellos siete embarazadas más y seis menores.
La estrella de Oriente se adaptó a los nuevos tiempos y se transmutó en una llamada de móvil que un ángel anónimo hizo desde Marruecos avisando de la salida de la embarcación la tarde anterior.
El calor que otrora dieron al niño un buey y una mula, ayer lo ofreció el regazo del guardia civil que durante dos horas, hasta llegar a Motril, protegió a la pequeña del intenso frío.
¿A qué esperamos para salir corriendo a Alborán y poner a los pies de la niña el requesón, la manteca y el vino de nuestras rebosantes despensas? ¿A qué esperan los políticos y sabios para ir a ofrecerle el oro, el incienso y la mirra de un futuro lleno de posibilidades? ¿Vamos a dejar que, dos mil años después, la sombra de una cruz se proyecte sobre el porvenir de esa niña? En cada crío que nace se juega la salvación compartida de un futuro mejor para todos, empezando por los últimos. Alegrémonos con los pastores porque ya es Navidad en Alborán."
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

viernes, 17 de diciembre de 2010

LÁMPARAS ENCENDIDAS...


"En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
- Vosotros mismos enviasteis una comisión a preguntar a Juan, y él dio testimonio a favor de la verdad. Y no es que yo tenga necesidad de testigos humanos que testifiquen a mi favor; si digo esto es para que vosotros podáis salvaros. Juan el Bautista era como una lámpara encendida que alumbra; vosotros estuvisteis dispuestos, durante algún tiempo, a alegraros con su luz. Pero yo tengo a mi favor un testimonio de mayor valor que el de Juan. Una prueba evidente de que el Padre me ha enviado es que realizo la obra que el Padre me encargó llevar a cabo."

Él realizaba la obra que el Padre le encargó. Esa obra la enunció en la respuesta que dió a Juan Bautista: hacer que los ciegos vean, los cojos anden, los mudos hablen...En una palabra: SALVARNOS. Este es el mensaje que debemos proclamar constantemente. Dios es un Padre de Salvación, no alguien que quiere condenarnos...Nuestra Fe es una Fe de salvación. Pero no de "mi salvación", sino de la todos los Hombres. Si nos quedamos en esa salvación personal, raquítica, es lógico que coloquemos ante todo, los ritos, el creer unos dogmas y la unión con la jerarquía. Y que olvidemos el amor al prójimo, la lucha contra la injustícia, la opción por los pobres, el principio del Reino en este mundo, o que lo dejemos como secundario. Sin embargo esa es la obra que el Padre encargó a Jesucristo.
Si queremos ser sus discípulos, hemos de ser esas lámparas encendidas que muestren al mundo esa obra del Padre. Porque somos nosotros quien debemos llevarla a cabo en este momento. Y no os desaniméis si os persiguen o calumnian por ello. Significa que estáis en el buen camino...

jueves, 16 de diciembre de 2010

LOS PEQUEÑOS DEL REINO...


"Cuando los mensajeros se fueron, Jesús se puso a hablar  de Juan a la gente:
- ¿Qué salisteis a ver en el desierto?¿Una cañana agitada por el viento?¿Qué salisteis a ver?¿Un hombre lujosamente vestido? Los que visten con lujo y se dan buena vida están en los palacios de los reyes. ¿Qué salisteis entonces a ver? ¿Un profeta? Sí, incluso más que un profeta. Éste es de quien está escrito: Yo envío mi mensajero delante de ti; él te preparará el camino. Os digo que entre los nacidos de mujer no hay otro mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.
Todos los que escucharon a Juan, incluídos los publicanos, acogieron la oferta de Dios y recibieron su bautismo, pero los fariseos y los doctores de la ley frustraron el plan de Dios para con ellos y rechazaron el bautismo de Juan."

Jesús elogia a Juan Bautista, pero dice que el más pequeño del Reino es mayor que él. Nos está diciendo, que los pobres, los perseguidos, los ninguneados por la sociedad, son mayores que cualquier profeta...que cualquiera de los cristianos que pretendemos mostrar a Cristo al mundo.
Las últimas líneas van dirigidas a las personas de religión que, presuminedo de justos, no aceptamos la llamada a la conversión de Juan. A los que nos contentamos con exclamar ¡Señor!¡Señor! y nuestra vida está lejos de la entrega a los demás, del Amor a todos. A nuestro lado, como decía ayer, gracias a Dios, existen millones de personas que siguen luchando aunque no se las tenga en cuenta, aunque sean calumniadas y atacadas. Son esos pequeños del Reino, que dan auténtico testimonio del Amor de Dios. Esas personas que día a día, gota a gota, van dando su sangre por los demás. Algunos, incluso dirán que son agnósticos, que no tienen Fe, porque se la hemos matado los religiosos oficiales. Esos son los "santos sin Dios" que decía Camus...Esos son mayores que Juan.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿ERES TU?


El evangelio de hoy es el mismo pasaje del domingo, sólo que esta vez es de Lucas y el domingo fue de Mateo. Nos presenta la misma duda de Juan Bautista. ¿Eres tú o hemos de esperar a otro?
Hoy, durante una larga estancia en la sala de espera de un quirófano, he leído esta frase del biblista Lohfink:
"Hasta ahora, nuestro progreso no ha consistido en que los humanos dejemos de comernos los unos a los otros, sino en que nos devoremos con cuchillo y tenedor."
Juan dudaba porque Jesús no se parecía a ese Mesías justiciero y poderoso que esperaban los judíos. Hoy dudamos, porque la sociedad que ha forjado el cristianismo sigue siendo mala, pero, lo que es peor, con refinamiento, y no se parece al Reino que Él nos predicó.
Tras dos mil años de meditar las bienaventuranzas, de horas de oraciones, de bibliotecas enteras de libros de espiritualidad, seguimos comportándonos mal con nuestro prójimo. Seguimos calumniando, atacando e insultando. Y lo que es peor, en nombre de la ortodoxia. Ya dijo el concilio Vaticano II y pretendemos olvidarlo, que nosotros, los cristianos, somos muchas veces la causa de la incredulidad del mundo...
Por eso, ante el espectáculo de nuestra sociedad occidental, a veces tenemos la tentación de preguntarnos: ¿Eras Tú, Jesús, el Mesías que venía a cambiar el mundo o hemos de esperar a otro?
Por suerte, miles de voces anónimas, silenciosas, que trabajan dando su vida por los más humildes, por los enfermos, por los perseguidos. Voces que callan aunque las calumnien, nos responden: Sí. Pero tú has de hacer ver a los ciegos, andar a los cojos, hablar a los mudos...Porque Yo no puedo nada sin tí. Tú has de ser mis ojos, mi boca, mis oídos, mis manos, mis piernas...Tú has de hacer de este mundo, un mundo mejor...   

martes, 14 de diciembre de 2010

CORRUPTOS Y PROSTITUTAS...


"En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
- ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: Anda, hijo, ve a trabajar hoy a la viña. Él respondió: No quiero. Pero después se arrepintió y fue. Luego se acercó al segundo y dijo lo mismo. Él respondió: Voy, señor. Pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?
Le contestaron:
- El primero.
Entonces Jesús les dijo:
- Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el Reino de Dios. Porque vino Juan a mostraros el camino de la salvación y no le creísteis; en cambio los publicanos y las prostitutas le creyeron. Y vosotros, a pesar de verlo, no os arrepentisteis ni creísteis en él."

Primeramente hemos de fijarnos a quién iban dirigidas estas palabras: a los sumos sacerdotes y a los ancianos. Es decir, a las personas más importantes de Israel, consideradas por todos, como modelos de cumplimiento de la Ley y de santidad. A ellos les dice, que publicanos y prostitutas entrarán en el Reino antes, les precederán.
En nuestros días entendemos claramente lo que es una prostituta, pero nos queda algo lejano el concepto de publicano. Pues el sinónimo actual es muy claro. Un publicano es un corrupto. El publicano aprovechaba su cargo de recaudador de impuestos, para extorsionar a los demás y enriquecerse. Y tal como está el panorama en nuestra sociedad, hoy nos dolería mucho que Jesús nos dijese que los corruptos son mejores que nosotros. ¿Quiere decir Jesús en este evangelio, que, para entrar en el Reino, hemos de ser corruptos o prostituírnos?¿Hemos de ser inmorales?
No podemos desligar la segunda parte del Evangelio de la primera. Con la parábola de los dos hijos nos está diciendo Jesús, que ser Cristiano no es cosa de palabras, de títulos, de teorías, sino de acción. Tendemos a actuar como el segundo. Decimos que sí, aquí estoy, soy tu consagrado, te seguiré a donde quiera que vayas...etc, etc...y luego nuestra vida queda muy lejos de nuestras promesas. De lo que se trata no es de prometer, sino  de seguir el camino de la salvación. Y ese es el camino de la justícia, del Amor, del compromiso por los demás. Es el camino de dar de comer, de beber, vestir y cuidar al enfermo...
Y, curiosamente, personas a las que hemos despreciado por su falta de moral, quizá comprenden mejor este camino que nosotros. El Hno. Adriano, que siempre andó entre ladrones, drogadictos y prostitutas, me comentaba muchas veces este evangelio. Y me decía:
- Tengo verdaderos problemas para encontrar a alguien que acoja, ni siquiera pagando, a los enfermos de sida en fase terminal. Hay una antigua prostituta, que tiene la casa llena y nunca me dice no. Nosotros tan cristianos, religiosos, ¿los admitimos en nuestra comunidad? NO. 
Él estaba seguro que esa prostituta era una de las que nos precedería en el Reino a todos. Hasta al Papa. Porque lo que viene a decirnos Jesús hoy, es, que lo que quiere de nosotros es nuestro corazón, no nuestra palabrería. Precisamente hoy celebramos San Juan de la Cruz. Fue él quien escribió: "Al final de los tiempos seremos juzgados del Amor". Jesús dijo de la prostituta que le perfumaba los pies, que se le perdonaba mucho, porque amaba mucho. Si sabemos amar, iremos a trabajar a la viña, aunque al principio nos hayamos negado. Y no olvidemos que la viña del Señor es este mundo con todas sus injustícias. Que trabajar en la viña quiere decir luchar por un mundo mejor. Todos somos remolones a la hora de seguir el camino de la salvación...Pero si amamos, seguro que un día nos adentraremos en él...A pesar de todos nuestros pecados...  

lunes, 13 de diciembre de 2010

SABER ESCUCHAR...


"Jesús entró en el templo, y mientras enseñaba, se le acercaron los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo y le dijeron:
- ¿Con qué autoridad haces estas cosas?¿Quién te ha dado esta autoridad?
Jesús les respondió:
- También yo os voy a hacer una pregunta. Si me constestáis, os diré con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan, ¿de dónde venía, de Dios o de los hombres?
Ellos discutían entre sí y comentaban:
- Si decimos que de Dios, nos dirá: ¿por qué no le creísteis? Y si decimos que de los hombres, hay que temer a la gente, porque todos piensan que Juan era un profeta.
Así que respondieron a Jesús:
- No lo sabemos
Entonces Jesús les dijo:
- Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas."

Jesús, un poco antes, había protagonizado la expulsión de los mercaderes del Templo. Por eso los jefes de los sacerdotes se dirigen a Él, furiosos por lo que acaba de hacer. No es una pregunta. Es un reproche. Ellos dan por supuesto, que Jesús no tiene ninguna autoridad.
Lo que está claro es que ellos no escuchan. Jesús está en ese momento enseñando. Ha dicho muchas veces que proviene del Padre, pero ellos no lo han oído. No les importa lo que dice...Ellos quieren saber con qué autoridad hace y dice...
Nosotros hacemos lo mismo muchas veces. No nos importa tanto lo que nos dicen, como quién nos lo dice. Hace ya un tiempo escribí un post que se titulaba "Matar al mensajero". Si no nos gusta el mensajero, lo destruímos y...nos perdemos el mensaje.
Dios nos habla a través de las personas, de los acontecimientos y del silencio. Hoy más que nunca, los medios nos manipulan y desfiguran a las personas y a los hechos. Hoy nos cuesta mucho hacer en nuestro interior, inundado de sonidos e imágenes, el silencio necesario para escuchar la voz de Dios.
Ante los sucesos nos revelamos contra Dios, le cuestionamos, pero ya no escuchamos su respuesta. Toni de Mello nos cuenta la historia de aquél hombre que vió a una niña temblando de frío y llorando de hambre. Indignado le dijo a Dios:
- ¿Por qué lo permites? ¿Por qué no haces nada para solucionarlo?
Tras un rato de silencio escuchó en su interior la voz de Dios que le respondía:
- Sí que he hecho algo. Te he hecho a ti...

domingo, 12 de diciembre de 2010

EL VERDADERO MESÍAS...


"En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos:
- ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?
Jesús les respondió:
- Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
- ¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él."

Juan Bautista era un profeta austero, recio, que no se callaba ante nadie. Por eso, los poderosos lo habían encarcelado. Juan Bautista anunciaba al Mesías, pedía la conversión. Hablaba sobre todo de un juez que venía a impartir justícia. Pero Juan  esperaba un juez del Antiguo Testamento, vengador, terrible, inflexible. A su calabozo debieron llegar rumores sobre Jesús y quiso informarse. ¿Eres el Mesías o hemos de esperar a otro?
Jesús responde con un textos de Isaías. Es parte de la primera lectura de hoy, que no me resisto en copiaros entera:
"Se alegrarán el desierto y el yermo, la estepa se regocijará y florecerá; florecerá como el narciso, se regocijará y dará gritos de alegría; le han dado la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón; y verán la gloria del Señor; el esplendor de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes, decid a los cobardes: ¡Animo, no temáis!; mirad a vuestro Dios; trae la venganza y el desquite; viene en persona a salvaros. Se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán, brincará el cojo como un ciervo, la lengua del mudo cantará. Cruzará por allí una calzada cuyo nombre será Vía Sacra. Por ella volverán los liberados del Señor. Llegarán a Sión entre gritos de júbilo; una alegría eterna iluminará su rostro, gozo y alegría los acompañarán, la tristeza y el llanto se alejarán."

Jesús quiso recordar este texto a Juan Bautista y a todos nosotros. La "venganza y el desquite" que Él nos trae no es la condena, la destrucción, el castigo...sino la liberación del Hombre. Ese es el significado de la imágen de unos ojos que se despegan, unos oídos que se abren, unos cojos que saltan y unas lenguas que cantan. Jesús viene a liberar al mundo de todo lo que le impide ver, oir, andar, hablar...Pero como clamaba Juan Bautista, hemos de preparar los caminos para que pueda llegar a nuestra sociedad...Ser sus discípulos, preparar sus caminos, es llevar la justicia a nuestro mundo. Luchar por el débil. Ayudar a ver, a oir , a saltar y a cantar...
Jesús añade una frase que nos puede parecer enigmática:
-¡Y dichoso el que no se escandaliza de mi!
Hay veces en que da la impresión de que nos hemos escandalizado de Él, de su camino, de su doctrina y la hemos escondido tras un muro de ritos, preceptos y teorías teológicas...
Otros se escandalizan, porque ven que el mundo sigue igual tras dos mil años de su venida.
Nos cuesta aceptar la forma "humilde" de actuar de Jesús. Nos cuesta reconocer, que somos nosotros quienes, animados por su Espíritu, hemos de cambiar este mundo. Somos nosotros quienes, aunque no podamos enjugar todas las lágrimas del mundo, sí podemos secar las de quienes nos rodean. 
Se cristianos, es ser liberadores con el Liberador...Y poco a poco, podremos ver como llega la Luz a este mundo... 

viernes, 10 de diciembre de 2010

EXCUSAS...


"En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
- ¿Con quién compararé a esta generación? Es como esos muchachos que, sentados en la plaza, cantan a los otros esta copla: "Os hemos tocado la flauta y no habéis danzado, hemos entonado lamentos y no habéis hecho duelo". Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y dicen: "Está endemoniado". Viene el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores". Pero la sabiduría ha quedado acreditada por sus obras."

El panorama de la sociedad que se abre ante nuestros ojos, no es precisamente para tirar cohetes. Pero lo peor es nuestra incapacidad para ver la bondad en los demás. Al que es austero, radical en sus convencimientos, inflexible en su vida, lo tratamos de loco (que es el sinónimo de endemoniado en el evangelio). Al que intenta vivir con alegría, aceptando a todo el mundo, acogiendo sin hacer diferencias...lo llamamos relativista, flojo, sino vicioso...
En el fondo se encuentra nuestra perfecta excusa para no cambiar. Ese es el mensaje contínuo, diario, del adviento: Cambiad, convertíos...Pero nosotros seguimos haciendo todo lo posible para no hacerlo. Nuestra estratagema es culpar de todo a los demás. Ver sólo lo negativo de los otros. Demostrar día a día lo malo que es todo el mundo. Exigir que los otros cambien...
Pero lo que convence es lo que hacemos, no lo que decimos...Ya nos lo señaló Juan de la Cruz: "El último día seremos juzgados del Amor..." Y ya se sabe, obras son amores...

jueves, 9 de diciembre de 2010

EL ADVIENTO ES UN ALMENDRO...


Ignoro de quién es este texto, pero me gusta. Reconozco que estoy anímicamente algo invernal. Alguno se ha dado cuenta. No es agradable  sentir el odio cada día, durante más de un año, respirando frente a ti y diciendo, además, que yo soy el que odio...Por eso me gusta esa figura del almendro, que a la mínima sensación de calor, florece sin miedo. Necesito florecer. Necesito un poco de calor...El calor de la amistad y del Adviento...

El adviento

es un almendro de mi tierra:
cuando todo está dormido
en el sueño del invierno,
de la nieve y las heladas,
sólo el almendro entre todos
se atreve a florecer.


Y éste es su fruto y su misión:
florecer,
gritar en el silencio
con la voz de sus pequeñas flores blancas
que la vida está viva en las raíces
y que avanza hacia arriba por las ramas
y que estalla en alegría y paz
en medio de las sombras invernales.


Sí, el adviento
es un almendro de mi tierra.
No, el almendro
es cada uno
y también yo:
cuando en medio de tantos egoísmos,
gratuitamente regalamos;
cuando en medio de tantas soledades,
compartimos nuestro tiempo,
nuestra ciencia y nuestras cuentas;
cuando en medio de tantas prepotencias,
nos tomamos en serio
el servicio a los pequeños...


Sí, un almendro
fue Jesús de Nazaret
que en medio del invierno de su pueblo
nació
y floreció...
¡Y se hizo para siempre
Navidad!