miércoles, 30 de abril de 2014

EL ANACORETA Y LA VEJEZ


El joven seguidor preguntó al Anacoreta:
- ¿Cómo es que a pesar de tu edad avanzada sigues teniendo un espíritu joven y dinámico?
Rió el anciano y respondió:
- No se es anciano por haber vivido muchos años. Uno se vuelve viejo cuando abandona los ideales, cuando pierde la rebeldía y cuando cae en el conformismo.

martes, 29 de abril de 2014

HISTORIA DE UN PLÁTANO


Si Alves, el domingo en el campo del Villarreal, no hubiera recogido el plátano del suelo y se lo hubiese comido, habría pasado inadvertido como un objeto más de los que los estúpidos lanza a los campos de fútbol. Alves fue inteligente y su gesto ha servido para que todo el mundo tome conciencia de que el racismo sigue vivo en nuestra sociedad. Lo que no deja de ser una anécdota, revela algo más profundo. Seguimos sin aceptar la diferencia. Para algunos, el color de la piel sigue siendo un motivo de superioridad o de inferioridad. Y, lo más grave, en los países europeos crecen los partidos xenófobos y se sigue culpando a la inmigración de los males económicos. Los arrancamos de sus países para convertirlos en esclavos y, ahora, cuando quieren venir voluntariamente, los rechazamos. Fuimos un país de emigrantes y ahora no aceptamos la inmigración.
Ojalá el plátano que se comió Alves ayude a que todos reflexionemos sobre nuestra intolerancia y nuestra estupidez. 

lunes, 28 de abril de 2014

EL ANACORETA Y LAS CARTAS DE DIOS


Acababan de ver la película "A los que aman" de Isabel Coixet. El Anacoreta dijo a su joven seguidor:
- Te hablaré otro día del tema fundamental, ese amor que todos hemos tenido, que pudo ser, pero no fue. De los dolores sufridos en silencio...Pero hay una frase, quizá sin importancia, que me ha llamado la atención.
El joven se extrañó, pero se dispuso a escuchar.
- Hay un momento en que una niña le dice a una monja, que le gustaría recibir cartas de amor y esta le responde, que ella también, pero está casada con Dios y Dios no escribe cartas.
Sonrió pícaramente y prosiguió:
- No me gusta ese concepto de matrimonio con Dios para definir la vida religiosa, pero lo que más me extraña  es, que la monja diga que Dios no escribe cartas. Dios nos está escribiendo cartas continuamente, nos está hablando a cada momento, pero nosotros no sabemos escucharlo. Nos habla por las demás personas, nos habla por los acontecimientos, por las personas que nos quieren y por personas que aparecen "por casualidad" en nuestras vidas. Nos habla en nuestro corazón cuando sabemos guardar silencio en la meditación. Nos habla en la naturaleza...Todo eso son cartas que Dios nos envía. Sólo falta que nosotros sepamos leerlas...  

domingo, 27 de abril de 2014

EL CUERPO DE JESÚS


"Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
– ¡Paz a vosotros!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús dijo de nuevo:
– ¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros.
Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió:
– Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar.
Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Después le dijeron los otros discípulos:
– Hemos visto al Señor.
Tomás les contestó:
– Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo creeré.
Ocho días después se hallaban los discípulos reunidos de nuevo en una casa, y esta vez también estaba Tomás. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, y poniéndose en medio de ellos los saludó diciendo:
– ¡Paz a vosotros!
Luego dijo a Tomás:
Mete aquí tu dedo y mira mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado. ¡No seas incrédulo, sino cree!
Tomás exclamó entonces:
– ¡Mi Señor y mi Dios!
Jesús le dijo:
– ¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!
Jesús hizo otras muchas señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en él."
El evangelio de hoy nos enseña cómo es la verdadera Fe. Una Fe que siempre debe estar asociada a la paz. En cada aparición que Jesús hace a sus discípulos tras su resurrección, empieza deseándoles que la paz esté con ellos. No se puede creer con miedo, con inquietud. Una religión que causa miedo no es una religión que nos acerque a Dios. Por desgracia hemos asociado demasiadas veces, a lo largo de la historia, la religión con las prohibiciones, los castigos, la condena eterna. Y esto ha apartado a mucha gente de Dios, en lugar de acercarla.
Para darse a conocer, Jesús enseña a sus discípulos sus llagas. Tomás no sólo necesita verlas, sino que ha de tocarlas. Nuestra Fe, hoy, también pasa por reconocer a Jesús en sus llagas: los pobres, los que sufren, los desahuciados, los hambrientos, los maltratados...Y no sólo están ahí para que veamos en ellos a Jesús, sino para que los "toquemos", para que luchemos por cambiar su situación. Es cierto que encontramos el cuerpo de Jesús en la Eucaristía, pero sobre todo, cuando la entendemos como Comunión, como verdadera fraternidad entre todos los hombres. Nuestra Fe no es creer en una entelequia, sino en un Dios encarnado, al que amamos amando a todos los hombres.
Los discípulos estaban con las puertas cerradas por miedo. La Fe en Jesús hizo que las abrieran y que se repartieran por toda la tierra predicando su Palabra, sembrando el Reino. Si nuestra fe nos encierra en nosotros mismos, es una fe falsa. Por eso, como nos pidió Juan XXIII al que hoy canonizan en Roma, debemos abrir puertas y ventanas de la Iglesia. Abrir nuestros brazos en un inmenso abrazo a todos los hombres de la Tierra.
  

sábado, 26 de abril de 2014

MÚSICA DEL SÁBADO: UNA SOLA CONVICCIÓN - ÁLVARO FRAILE



Curaremos aquellas heridas insaciables,
saltaremos aquellos baches insaltables,
desacorazaremos las corazas
de los corazones,
romperemos muchos, tantos moldes.

Subiremos montañas
tan altas e imposibles,
moveremos las losas tan inamovibles,
optimizaremos toda opción
optando al optimismo
para levantar al que ha caído.

Pegaremos aquellos platos
que rompimos,
limpiaremos aquellas manchas
que lucimos.
Ya pasará eso que pasaba que pausaba cada paso,
y no sabrás por qué...andarás andando

con una sola convicción:
sólo el amor todo lo puede
sólo el amor todo lo vence,
sólo el amor todo lo aguanta,
sólo el amor todo lo sana,
sólo el amor...

Firmaremos tratados de paces impensables,
llegaremos a metas tan inalcanzables,
saldremos salerosos
y saltando salas sin salida,
abriendo las ventanas a la vida.

Nos sacaremos
de algunos quicios insolentes,
nadaremos mil ríos a contracorriente.
Verás videntes e invidentes
y decentes e indecentes
cuando tantos imposibles vuelen.

Con una sola convicción
sólo el amor todo lo puede 
(---)

Sólo el amor 
cura lo que no cura el ibuprofeno.
Sólo el amor cura lo que no cura el tiempo.

Sólo el amor todo lo puede,
(---)

jueves, 24 de abril de 2014

EL ANACORETA Y EL CAMINO


Mientras subía a pié con su joven seguidor al Tibidabo, el Anacoreta comentaba:
- Los hombres podemos seguir dos caminos: el que va cuesta arriba o el que va hacia abajo. Nuestra hipocresía disfraza de virtud el más fácil y es el que solemos escoger. 
El joven seguidor preguntó:
- ¿O sea que escogemos el que va cuesta abajo?
Sonrió pícaramente el anciano y respondió:
- Escogemos el más fácil, que aveces baja, pero otras veces sube. El problema no está en si sube o baja, sino en si esconde nuestra comodidad o no, en si es el de nuestra entrega o no.
Y siguieron subiendo...

PARÁBOLA (28)


Se me mostró una araña fabricando su tela. Primero tendió un hilo entre dos ramas y a partir de esta base fue tejiendo otros hilos hasta formar toda la tela. Pero aquella araña un día vio que uno de los hilos no parecía seguir la estructura perfecta de la tela. Decidió cortarlo. Al instante se le desmoronó toda la tela; aquél hilo era el primero que había tendido entre las ramas y sobre el que sustentaba toda la estructura. Y escuché estas palabras:
- Un día sustentaste tu vida en algo que le dio sentido y te dio fuerzas. Vigila no te ocurra como a la araña, y con el paso del tiempo lo olvides o te parezca inútil y lo dejes de lado. Toda tu vida se derrumbará. 

miércoles, 23 de abril de 2014

EL COMPAÑERO DE CAMINO


"Dos de los discípulos se dirigían aquel mismo día a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban hablando de todo lo que había pasado. Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado. Pero, aunque le veían, algo les impedía reconocerle. Jesús les preguntó:
– ¿De qué venís hablando por el camino?
Se detuvieron tristes, y uno de ellos llamado Cleofás contestó:
– Seguramente tú eres el único que, habiendo estado en Jerusalén, no sabe lo que allí ha sucedido estos días.
Les preguntó:
– ¿Qué ha sucedido?
Le dijeron:
– Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y palabras delante de Dios y de todo el pueblo. Los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. Nosotros teníamos la esperanza de que él fuese el libertador de la nación de Israel, pero ya han pasado tres días desde entonces. Sin embargo, algunas de las mujeres que están con nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro y no encontraron el cuerpo; y volvieron a casa contando que unos ángeles se les habían aparecido y les habían dicho que Jesús está vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron todo como las mujeres habían dicho, pero no vieron a Jesús.
Jesús les dijo entonces:
– ¡Qué faltos de comprensión sois y cuánto os cuesta creer todo lo que dijeron los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?
Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas.
Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como si fuera a seguir adelante; pero ellos le obligaron a quedarse, diciendo:
– Quédate con nosotros, porque ya es tarde y se está haciendo de noche.
Entró, pues, Jesús, y se quedó con ellos. Cuando estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció. Se dijeron el uno al otro:
– ¿No es cierto que el corazón nos ardía en el pecho mientras nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?
Sin esperar a más, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a los que estaban con ellos. Estos les dijeron:
– Verdaderamente ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.
Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús al partir el pan."

Aquellos dos discípulos, como los demás, estaban derrotados. Para ellos, con la crucifixión de Jesús, todo había acabado. Por eso marchan desilusionados de Jerusalén. Pero se les junta un compañero de camino. Alguien que les explica lo que verdaderamente ha ocurrido, y hace que sus corazones empiecen a arder, que vuelva la esperanza a ellos. Por eso le piden que se quede con ellos. Y es en la mesa, al partir el pan, que lo reconocen.
Cuando estamos desesperados, cuando creemos que nada tiene sentido, Él se hace nuestro compañero de viaje para devolvernos los ánimos. Lo hará en forma de un amigo que nos dará la mano. Lo encontraremos siempre en la Palabra, en el Evangelio. La amistad y la meditación nos pueden sacar de nuestra desesperación.
Es curioso la cantidad de veces que leemos en el evangelio a Jesús comiendo. Compartir el pan es la otra forma de encontrar a Jesús. En la Eucaristía o en la entrega a los demás, que es el verdadero sentido de la misma. 
Desapareció físicamente de ellos, pero siguió a su lado. Por ello volvieron a Jerusalén a llevar su alegría a los demás. Allí se encontraron con que los demás apóstoles también lo habían encontrado.
Es bueno que, pase lo que pase en nuestra vida, Él es nuestro compañero de camino. Por su Palabra, en la persona de los demás, en la Eucaristía, en el compartir. Huir, desesperarnos, es lo último que debemos hacer. 

martes, 22 de abril de 2014

FRANCISCO PIDE EL FIN DE TODAS LAS GUERRAS


Os dejo esta crónica aparecida en El Periódico:

"El Papa ha pedido que "cesen todas las guerras, toda hostilidad pequeña o grande, antigua o reciente" durante el mensaje de Pascua, tras la misa de resurrección celebrada este domingo en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, ante miles de fieles. Francisco haclamado por la paz en Siria, Irak, República Centroafricana, Nigeria, Sudán del Sur, Venezuela o Ucrania durante el mensaje de Pascua que ha puesto fin a los ritos de la Semana Santa. Tras el mensaje, el Papa ha impartido la bendición 'Urbi et Orbi'.
Francisco ha exigido que "cuantos sufren las consecuencias del conflicto" en Siria "puedan recibir la ayuda humanitaria necesaria; que las partes en causa dejen de usar la fuerza para sembrar muerte, sobre todo entre la población inerme, y tengan la audacia de negociar la paz, tan anhelada desde hace tanto tiempo".
En una plaza de San Pedro decorada para la ocasión con miles de flores regalo de floricultores holandeses, el Pontífice también ha pedido consuelo para "las víctimas de la violencia fratricida en Irak" y ha hecho referencia a las "esperanzas que suscitan la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos".
En la misma linea, el Pontífice ha reivindicado "que se ponga fin a los enfrentamientos en la República Centroafricana" al tiempo que ha exigido que "se detengan los atroces ataques terroristas en algunas partes de Nigeria y la violencia en Sudán del Sur", también se ha referido a Venezuela y ha pedido "que los ánimos se encaminen hacia la reconciliación y la concordia fraterna".
Tras celebrar la misa de Pascua, el Papa ha exhortado a todas "las partes implicadas" en el conflicto en Ucrania a que "apoyadas por la comunidad internacional, lleven a cabo todo esfuerzo para impedir la violencia y construir, con un espíritu de unidad y diálogo, el futuro del país".

La epidemia de ébola

Francisco ha pedido que puedan ser "curados" los afectados por la "epidemia de ébola en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia" y "aquellos que padecen tantas otras enfermedades", al tiempo que ha denunciado que esa enfermedad se difunde a causa de la "incuria" y de la "extrema pobreza".
El Papa ha implorado consuelo para quienes no pueden celebrar la Pascua con sus seres queridos "por haber sido injustamente arrancados de su afecto" y ha recordado a sacerdotes y laicos "secuestrados en diferentes partes del mundo" y ha pedido a Dios que conforte "a quienes han dejado su propia tierra para emigrar a lugares donde poder esperar en un futuro mejor, vivir su vida con dignidad y, muchas veces, profesar libremente su fe".
El Pontífice ha pedido ayuda a Dios para "derrotar el flagelo del hambre, agravada por los conflictos y los inmensos derroches de los que a menudo" se es "cómplice" y ha rezado para que el mundo esté dispuesto "a proteger a los indefensos, especialmente a los niños, a las mujeres y a los ancianos, a veces sometidos a la explotación y al abandono"."

lunes, 21 de abril de 2014

¡HA RESUCITADO!


Hoy os dejo el vídeo de meditación sobre la Vigilia Pascual de la Hna. Regina Goberna del Monestir de Sant Benet de Montserrat.
¡¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN A TODOS!!!

domingo, 20 de abril de 2014

BUSCAR LA LUZ EN LA OSCURIDAD


"El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio quitada la piedra que tapaba la entrada. Corrió entonces a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo:
– ¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto!
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó a mirar y vio allí las vendas, pero no entró. Detrás de él llegó Simón Pedro, que entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas, y vio además que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado y creyó. Y es que todavía no habían entendido lo que dice la Escritura, que él tenía que resucitar."

El evangelio de Juan es el más simbólico de los cuatro. Nos presenta a María Magdalena buscando a Jesús "cuando todavía estaba oscuro". Naturalmente no lo encuentra. Allí sólo había oscuridad. En realidad ni ellas ni ellos habían entendido nada de lo que Jesús les había dicho y no habían entendido que tenía que resucitar.
Lo mismo nos ocurre a nosotros. Buscamos a Jesús en la oscuridad, allí donde no está. Porque Él es la LUZ. Reducimos la Resurrección a un dogma, a unas palabras que hay que creer y no VIVIMOS la Resurrección. No acabamos de entender que Dios es un Dios de vivos, no de muertos. Que Jesús está en los pobres, en los enfermos, en los perseguidos, en los presos, en los hambrientos...en todos los crucificados de este mundo. Y que Dios, como a Jesús, les dará la vida.
No acabamos de entender, que cada vez que nos reunimos en su nombre, Él está en medio de nosotros. No acabamos de entender, que cada vez que nos amamos, Él está con nosotros, porque Él es Amor.
Pedro y Juan creyeron cuando vieron el sepulcro vacío. ¿Tendrán que vaciarse las iglesias para que nosotros creamos?¿Para que nos demos cuenta que Jesús está vivo en los hombres y no en las piedras?
Vivir luchando por los que sufren, por la justicia, por los desvalidos, es hacer a Jesús presente en este mundo. Jesús resucita en cada hombre al que damos de comer, en cada desnudo al que vestimos, en cada condenado injustamente al que liberamos...Jesús está VIVO en nosotros.

sábado, 19 de abril de 2014

DESCANSA DULCEMENTE


La coral final de la Pasión según San Mateo de Bach es muy popular; pero no tanta gente conoce las palabras que cantan. El sábado Santo es el día del Silencio de Dios. Y los fieles le cantan: "Descansa, descansa dulcemente". En el sepulcro descansa Jesús y sus miembros. El dolor de Jesús y el dolor de toda la humanidad. Con Jesús esperamos el día de la Resurrección, el triunfo sobre la muerte y el dolor. El triunfo del Amor.
Mientras, le decimos a Jesús : "Descansa, descansa dulcemente."

viernes, 18 de abril de 2014

VIA CRUCIS


Hoy no os dejo ningún comentario. La Pasión de Jesús, hoy del evangelio de San juan, es para leerla y meditarla cada uno en silencio.
Os dejo este Via Crucis de ACAT, (Acción de los Cristianos por la Abolición de la Tortura). El camino de la Cruz de Jesús, es el camino de todos los que sufren la injusticia en sus propias carnes. Aquí tenéis la dirección, para copiar y pegar arriba.
http://www.catalunyareligio.cat/sites/default/files/ACAT_Cami_de_la_creu_2014.pdf

jueves, 17 de abril de 2014

A LOS PIES DE LOS DEMÁS


"Era la víspera de la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de dejar este mundo para ir a reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin.
El diablo ya había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la idea de traicionar a Jesús. Durante la cena, Jesús, sabiendo que había venido de Dios, que volvía a Dios y que el Padre le había dado toda autoridad, se levantó de la mesa, se quitó la ropa exterior y se puso una toalla a la cintura. Luego vertió agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura.
Cuando iba a lavar los pies a Simón Pedro, este le dijo:
– Señor, ¿vas tú a lavarme los pies?
Jesús le contestó:
– Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero más tarde lo entenderás.
Pedro dijo:
– ¡Jamás permitiré que me laves los pies!
Respondió Jesús:
– Si no te los lavo no podrás ser de los míos.
Simón Pedro le dijo:
– ¡Entonces, Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza!
Pero Jesús le respondió:
– El que está recién bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.
Dijo: “No estáis limpios todos”, porque sabía quién le iba a traicionar.
Después de lavarles los pies, Jesús volvió a ponerse la ropa exterior, se sentó de nuevo a la mesa y les dijo:
– ¿Entendéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y tenéis razón porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado un ejemplo para que vosotros hagáis lo mismo que yo os he hecho."

En el evangelio de Juan, en lugar de la institución de la eucaristía, tenemos a Jesús lavando los pies de sus discípulos. Es más, cuando Pedro protesta, Jesús le responde que si no se deja lavar los pies no puede ser su discípulo, no es uno de los suyos. En los otros tres evangelios, tras distribuir el pan y le vino les dice que hagan también ellos lo mismo. Aquí, tras lavarles los pies, también les dice que hagan ellos lo mismo.
En este acto de Jesús se nos muestra el verdadero sentido de la Eucaristía. Jesús se hace presente en el pan y el vino no por un acto de magia, sino por un acto de amor, de entrega. Al igual que Jesús se hace presente en el pan y el vino, también se hace presente en el otro cuando lo amamos, cuando nos entregamos a él, cuando nos ponemos a sus pies.
La Eucaristía es algo más que un rito. Nos reunimos alrededor de la mesa para que, al sentirnos realmente hermanos, al entregarnos los unos a los otros, Jesús se haga presente en medio de nosotros; en el pan y el vino y también en los hermanos que nos rodean. De la Eucaristía deberíamos salir llenos de Jesús y llenos de los otros; llenos de una  Vida, que hiciera de nosotros hombres nuevos, diferentes, transfigurados... Por eso, si consideramos la Eucaristía como una obligación o un precepto, significa que no hemos entendido nada.
Jesús se arrodilla a nuestros pies para que nosotros nos arrodillemos a los pies de los demás, a los pies del mundo y luchemos por transformarlo con todas nuestras fuerzas.

miércoles, 16 de abril de 2014

UN SILENCIO QUE ES PRESENCIA


Hoy, a las puertas del Tríduo Santo, os ofrezco este fragmento de José F. Moratiel:

"Te invito a quedarte en silencio,
te invito a hacer silencio, a no desear otra cosa...
¡Recupera la inocencia de no desear nada!
El silencio se busca, el silencio se vive, el silencio se ama:
basta con mirar al interior
y dejarse llevar por el viento suave del Espíritu,
por la brisa suave de la respiración;
basta con mirar al interior
y darse cuenta de su presencia.

¡Confía en su PRESENCIA!
Una presencia que siempre puedes descubrir y volver a descubrir,
una presencia que siempre está, aunque a veces no te des cuenta,
una presencia que se hace silencio, o sonrisa, o mirada tierna...

¡Confía en su PRESENCIA!
Una presencia que se hace serenidad, confianza, coraje, empuje...,
una presencia que te espera y puede reconfortarte,
una presencia escondida, que en el silencio se puede desvelar.

¡Confía en su PRESENCIA!
Una presencia sin grandes pretensiones,
sólo la de retornarte  al interior
y hacer que te des cuenta de toda la bondad que hay en tu corazón,
una presencia siempre acogedora,
a pesar de que a veces te marches lejos,

¡Confía en su PRESENCIA!
Una presencia que se experimenta de formas diversas, muy sencillas,
una presencia que te hace sentir que estás en buenas manos,
una presencia que requiere presencia, estar aquí y ahora, muy atento,
atento a la respiración, a una palabra, atento porque Él está aquí.

¡Experimenta el gozo de vivir en esta PRESENCIA!
Experimenta la paz que hay en tu interior,
una paz que es señal de la presencia de Dios en tu corazón.
Experimenta la disponibilidad que hay en tu interior:
es el silencio quien va haciendo tu corazón más disponible,
que va haciendo de tu vida una maravillosa ofrenda.
Deja que el silencio vaya sacando todo lo que hay en tu corazón,
que se vaya liberando,
deja que vaya revelándose la presencia de Dios en tu interior."

(José F. Moratiel) 

martes, 15 de abril de 2014

LO SEGUIMOS TRAICIONANDO


"Habiendo dicho estas cosas, Jesús, profundamente conmovido, añadió con toda claridad:
– Os aseguro que uno de vosotros me va a traicionar.
Los discípulos comenzaron a mirarse unos a otros, sin saber a quién se refería. Uno de sus discípulos, al que Jesús quería mucho, estaba cenando junto a él, y Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara a quién se refería. Él, acercándose más a Jesús, le preguntó:
– Señor, ¿quién es?
– Voy a mojar un trozo de pan – le contestó Jesús –, y a quien se lo dé, ese es.
En seguida mojó un trozo de pan y se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. Tan pronto como Judas tomó el pan, Satanás entró en su corazón. Jesús le dijo:
– Lo que vas a hacer, hazlo pronto.
Pero ninguno de los que estaban cenando a la mesa entendió por qué se lo había dicho. Como Judas era el encargado de la bolsa del dinero, algunos pensaron que Jesús le decía que comprara algo para la fiesta o que diera algo a los pobres. Judas tomó aquel trozo de pan y salió en seguida. Ya era de noche.
Después de haber salido Judas, Jesús dijo:
– Ahora se manifiesta la gloria del Hijo del hombre, y la gloria de Dios se manifiesta en él. Y si él manifiesta la gloria de Dios, también Dios manifestará la gloria del Hijo del hombre. Y lo hará pronto. Hijitos míos, ya no estaré mucho tiempo con vosotros. Me buscaréis, pero lo mismo que dije a los judíos os digo ahora a vosotros: No podréis ir a donde yo voy.
Simón Pedro preguntó a Jesús:
– Señor, ¿a dónde vas?
A donde yo voy – le contestó Jesús – no puedes seguirme ahora, pero me seguirás después.
Pedro le dijo:
– Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? ¡Estoy dispuesto a dar mi vida por ti!
Jesús le respondió:
– ¿De veras estás dispuesto a dar tu vida por mí? Pues te aseguro que antes que cante el gallo me negarás tres veces."

La liturgia de hoy nos presenta un fragmento de la Última Cena. Una cena de despedida. Una despedida triste, ensombrecida por la traición.
La de Judas, claro. Pero también la de Pedro y los demás apóstoles que le abandonarán a su suerte en el último momento.
Judas vende a Jesús porque no está de acuerdo con el sesgo que están tomando los acontecimientos. Él, probablemente, esperaba un Jesús triunfal, rey, que venciera a los romanos. Y se encuentra con un cordero manso, que sólo habla de amor y le invita a amar incluso a sus enemigos. 
Pero Pedro y los demás apóstoles saldrán corriendo cuando Jesús es detenido. Y Pedro, le negará por cobardía tres veces.
Nosotros lo seguimos traicionando. Lo traicionamos cuando buscamos una Iglesia triunfal, dominadora, poderosa. Lo traicionamos cuando lo dejamos abandonado en la persona del pobre, del perseguido, del desahuciado...Cuando no somos valientes para luchar por la justicia. 
Pero, de la misma manera, que Jesús perdonó a Pedro y a los apóstoles, también nos espera cada día con los brazos abiertos, comprensivo con nuestra debilidad. Si nos acercamos a Él en la oración y en la eucaristía, recibiremos la fuerza necesaria para seguirlo de verdad y amarlo entregándonos al pobre y al marginado.

lunes, 14 de abril de 2014

SEGUNDAS INTENCIONES


 "Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado. Allí hicieron una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa comiendo con él. María, tomando unos trescientos gramos de perfume de nardo puro, muy caro, perfumó los pies de Jesús y luego los secó con sus cabellos. Toda la casa se llenó del aroma del perfume. Entonces Judas Iscariote, uno de los discípulos, aquel que iba a traicionar a Jesús, dijo:
– ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios, para ayudar a los pobres?
Pero Judas no dijo esto porque le importasen los pobres, sino porque era ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, robaba del que allí ponían. Jesús le dijo:
– Déjala, porque ella estaba guardando el perfume para el día de mi entierro. A los pobres siempre los tendréis entre vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
Muchos judíos, al enterarse de que Jesús estaba en Betania, fueron allá, no solo por Jesús sino también por ver a Lázaro, a quien Jesús había resucitado. Entonces los jefes de los sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque por causa suya muchos judíos se separaban de ellos y creían en Jesús."
Aquí estamos ante el fragmento de las segundas intenciones. Judas que defiende a los pobres pensando en enriquecerse él. Los judíos que van a Betania, no por ver a Jesús, si no a Lázaro, para satisfacer su curiosidad. Y nosotros, que lo hemos interpretado a lo largo de los siglos para enriquecer a la Iglesia.
Jesús, aquí, defiende el amor de María. A Él, físicamente, ya no lo tendrá más. Por eso le permite que derrame su amor a sus pies en aquel perfume. Nosotros ya no lo tenemos físicamente, pero siempre lo tendremos en los pobres.
Ni este evangelio justifica el lujo de nuestros templos y sacristías, ni tampoco justifica nuestro enriquecimiento con la excusa de que así podemos ayudar mejor a los pobres.
Jesús lo que quiere es nuestra entrega, nuestro amor, nuestra donación. Y eso, como lo dice el evangelio en otro lugar, se hace dando de comer, de beber, vistiendo, curando, luchando por la justicia...El dinero es secundario.

domingo, 13 de abril de 2014

¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?


 "Los que pasaban le insultaban meneando la cabeza y diciendo:
– ¡Tú, que derribas el templo y en tres días lo vuelves a levantar, sálvate a ti mismo! ¡Si eres Hijo de Dios, baja de la cruz!
Del mismo modo se burlaban de él los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, junto con los ancianos. Decían:
- Salvó a otros, pero él no se puede salvar. Es el Rey de Israel, ¡pues que baje de la cruz y creeremos en él! Ha puesto su confianza en Dios, ¡pues que Dios le salve ahora, si de veras le quiere! ¿No nos ha dicho que es Hijo de Dios? Y hasta los bandidos que estaban crucificados con él, le insultaban
Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda aquella tierra quedó en oscuridad. A eso de las tres, Jesús gritó con fuerza_
 - “Elí, Elí, ¿lema sabaqtaní?” (es decir, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”)
Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron:
– Está llamando al profeta Elías.
Al momento, uno de ellos corrió en busca de una esponja, la empapó en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó para que bebiera. Pero los demás decían:
– Déjale, a ver si viene Elías a salvarle.
Jesús dio otra vez un fuerte grito, y murió."
En el Oficio de hoy se leen dos evangelios. En la bendición de las palmas la entrada de Jesús a Jerusalén y en la misa, la Pasión según san Mateo. Un tremendo contraste. Jesús entra triunfalmente y a los pocos días es crucificado entre burlas. Debido a la longitud del texto, os he colocado el fragmento de la Pasión que nos muestra a Jesús abandonado y objeto de mofa, poco antes de su muerte.
Tengo muchos amigos que me dicen, que no les gusta la imagen de Jesús crucificado, sino que prefieren la de Jesús resucitado. Sí, es verdad; pero no podemos olvidar que para llegar a la resurrección, hay que pasar antes por la muerte.
La imagen de Jesús en la cruz gritando:  "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?", es el grito de toda la humanidad. El misterio del mal en este mundo, sólo tiene sentido concentrado en la Cruz. El grito de las mujeres violentadas, de los inocentes de Siria, de los desahuciados, de los niños privados de su infancia, de los enfermos, de los que mueren de hambre...es el grito de Jesús en la Cruz. El Inocente carga con el mal de todos y lo transforma en vida. Jesús en la Cruz da sentido al cristianismo. En el evangelio de ayer veíamos cómo los sacerdotes deciden matarlo porque temen que todos le sigan y los romanos les destruyan su estatus quo. El cristianismo de hoy, por desgracia, se parece más a la religión de los sacerdotes que a la de Jesús. Desde el momento que Constantino la transformó en religión de estado, interesó más el poder, el dominio que el evangelio. Nos olvidamos del Jesús crucificado, abandonado y quisimos pasar directamente al resucitado, al del poder. Nos preocupan más nuestros privilegios, que el sufrimiento en nuestra sociedad. Es más, con nuestra sociedad injusta, nos convertimos en crucificadores. el cristianismo, si no está al lado de los abandonados, de los que sufren injusticias y persecuciones, si no es el grito de los desamparados, no es cristianismo.
Jesús clavado en la cruz da sentido a la vida. Nos dice que el camino que debemos seguir, es el de luchar por erradicar el mal, el dolor, la injusticia, de este mundo.
Que esta Semana Santa que hoy comenzamos, nos sirva para escuchar el grito de todos los abandonados del mundo, que gritan con Jesús en la Cruz. 
  

viernes, 11 de abril de 2014

SER CONTEMPLATIVOS


Ante la idea de contemplación nos encontramos con respuestas diferentes. Para algunos se trata de algo anticuado, ligado a la vida religiosa de otro tiempo y alejado de la vida actual. Otros lo asocian a espiritualidades orientales, budismo,zen...Pero nos encontramos con personas, cada día más numerosas, que sienten la necesidad de pararse, de buscar el silencio y de buscar respuesta a importantes interrogantes, que den sentido a sus vidas. Por desgracia, fuera de la vida religiosa, un cristianismo basado en la dogmática, en la moral y en los ritos, no ha invitado a sus fieles a meditar. Y, en realidad, no se puede ser auténticamente cristiano sin ser contemplativo, sin ver a Dios en todas las cosas, sin vivir cada instante sumergidos en su presencia, sin estar seducidos por Dios.
Contemplación, según el jesuita Manuel J. Fernández Márquez, " es mirar serena y gratuitamente todo lo que hay a nuestro alrededor - sin tener que salir a la playa o a la montaña -, y ver, con los ojos iluminados del corazón, es decir, con una mirada interior y con el oído interior, la Presencia de Dios que seduce y enamora nuestra alma."
Y vivir la Presencia de Dios puede hacerse en el autobús, en tu habitación, en la montaña, en la calle, en todo momento...Como nos dice el salmo 114,9: "Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida". 

jueves, 10 de abril de 2014

EL ANACORETA Y EL VALOR DE LOS ACTOS


Paseaban por la ciudad y se detuvieron ante una construcción. El Anacoreta, sonriendo, dijo a su joven seguidor.
- ¿Ves este edificio en construcción? Cuando esté acabado, todo el mundo hablará del arquitecto. Sin embargo, ¿ves aquel peón transportando ladrillos? ¿O aquél otro que hace funcionar la hormigonera? sin ellos, este edificio, no se acabará nunca.
Siguieron paseando y añadió:
- Casi todo lo que hacemos en la vida puede parecernos insignificante; sin embargo, aunque no lo creamos, todo lo que hacemos tiene un valor infinito. Aunque sólo sea una sonrisa, abrazar a alguien, dar unas palabras de ánimo...