domingo, 9 de enero de 2011

SOBRE ÉL HE DERRAMADO MI ESPÍRITU...



"En aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
- Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?
Jesús le contestó:
- Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así lo que Dios quiere.
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía:
- Este es mi hijo, el amado, mi predilecto."

Jesús venía a cumplir las profecías del Antiguo Testamento. Lo lógico habría sido que iniciara su vida pública en el Templo de Jerusalén, entre los doctores y los escribas. Sin embargo lo hace junto al Jordán mezclado entre la gente sencilla y los pecadores. Y es allí donde tiene lugar la primera manifestación de Dios y de su misión. Juan se extraña de verlo allí. Para Jesús, en cambio, está claro que la voluntad de Dios es, que permanezca entre los humildes, los pobres, los pecadores...aquellos que no cuentan para la sociedad.
Y es allí donde el Espíritu desciende sobre Él. La frase que nos ofrece Mateo, "Este es mi hijo, el amado, mi predilecto", nos enlaza con el texto de Isaías, que hoy leemos como primera lectura. Es importante que lo remarquemos, porque ese texto nos da la clave de los que es el Espíritu de Jesús:
"Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que promueva el derecho en las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no lo apagará..."
¿Qué es eso, sino el Espíritu del Amor? Jesús viene a salvar, a curar, a consolar...no a juzgar, ni a condenar, ni a oprimir...Jesús es el hijo amado y nos hace a nosotros, sus hermanos, hijos amados del Padre, al que hemos de obedecer como Él, mediante el Amor. Si gritamos, condenamos, matamos, oprimimos..., aunque digamos hacerlo en su nombre, nos equivocamos de camino y nos alejamos de Él. El Espíritu es amor, paz, comprensión.
Si somos humildes, sencillos, pobres..., hoy, junto a Jesús, escucharemos la voz del Padre que nos dice:
- Vosotros sois mis hijos amados, mis preferidos, en los que me complazco.
Si estamos convencidos de ello, repartiremos a nuestro alrededor paz, comprensión, amor...No matemos al Espíritu...No transformemos la religión en una teoría, a Dios en un concepto...

4 comentarios:

  1. Que así sea Joan Josep, que el Espíritu del Señor viva en nosotros y nos guíe en cada instante de nuestra vida, para que seamos reflejos de la Luz Eterna...
    Un fuerte abrazo, buen domingo

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  2. Que hermosa tu entrada de hoy Joan Josep.

    Una abraçada, Montserrat

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  3. Eso es lo peligroso ,traducir la Palabra de forma subjetiva.
    Pero Jesús es solo una Verdad,la de lo cercano,la de la humildad,la de la semcillez.
    Ojalá podamos ser llamados "hijos amados" siempre ,todos .
    Besucos

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  4. Nació en un pesebre, entre un buey y una mula, sus primeras "visitas" fueron unos pastores, gente sencilla y humilde, su "presentación en sociedad" fue en el Jordan, como uno más de los que acudían a bautizarse.... Juan se extraña de verle allí...
    Estaría bien que nosotr@s siguiéramos su ejemplo y nuestra vida se pareciera un poquitín por lo menos a la suya, en sencillez, pobreza y humildad

    Un abrazo, ya desde la vuelta a la normalidad

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