miércoles, 2 de agosto de 2017

ESCONDIDO


"El reino de los cielos se puede comparar a un tesoro escondido en un campo. Un hombre encuentra el tesoro, y vuelve a esconderlo allí mismo; lleno de alegría, va, vende todo lo que posee y compra aquel campo.
También se puede comparar el reino de los cielos a un comerciante que anda buscando perlas finas; cuando encuentra una de gran valor, va, vende todo lo que posee y compra la perla."

El evangelio de hoy es un fragmento del que comentamos el domingo. Por eso os pongo el comentario de Koinonia (Servicio Bíblico Latinoamericano)
"Esta hermosa parábola orienta en algo esencial del reinado de Dios, escondido en la historia, en cada corazón, en los movimientos sociales, en los luchadores en favor de un planeta limpio. Está enterrado. No es evidente a simple vista. No aparece en la primera página de los periódicos. Hay que buscarlo. Hay que convertirse en buscadores del mayor tesoro de la vida. Somos peregrinos. La vida es un ejercicio de búsqueda del tesoro. El que lo encuentra transforma su vida. Todo se reorganiza de nuevo: el dinero, la sexualidad, la carrera universitaria, la enfermedad, el amor, el rostro de Dios. Con la expresión de Jesús de vender todas las posesiones para comprarlo nos da a entender el vuelco total en la vida de quienes lo encuentran. Venderlo todo significa que la antigua manera de vivir se ha trastocado por una nueva manera de vivir: una vida centrada en el Dios del reino , en su proyecto, en su agenda pendiente en la historia, en los valores de ese otro mundo posible tal y como Dios lo sueña."





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