Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque él me ha ungido.
Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista.
Para dar libertad a los oprimidos;
para anunciar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:
- Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír."
El evangelio de hoy se divide en dos partes. Las seis primeras líneas pertenecen al prólogo. Lucas quiere dejarnos claro que, lo que va a escribir no es fruto de elucubraciones, sino que proviene de la tradición recibida de quienes vivieron los echos.
El resto ya pertenece al capítulo cuarto. Los capítulos anteriores nos muestran la infancia de Jesús , la predicación de Juan y el bautismo en el Jordán. En este capítulo cuarto, empieza propiamente la misión de Jesús. Esta escena en la sinagoga de su pueblo, Nazaret, es toda una declaración de intenciones. Jesús se sirve de un texto de Isaías. Él hace suyas estas palabras. esta es su misión. Y acaba diciendo que Hoy se cumple esta Escritura.
Jesús viene a anunciar la Buena Noticia, que es lo que significa evangelio. Y esta noticia es la libertad a los cautivos, la vista a los ciegos. Y lo importante es que esto se cumple Hoy. Escribo Hoy con mayúscula con toda la intención. Porque la Palabra debe hacerse actual para nosotros cada día. Este Hoy es también nuestro tiempo.
Es triste que muchas veces nos hayamos olvidado de nuestra misión: anunciar la Buena Noticia a los pobres. Ayudar a ver a los que no ven y a caminar a los que no pueden. Ser luz y camino para la sociedad. Eliminar toda opresión de la tierra. ¿Cuántas veces hemos oído atacar, prohibir, anatematizar a los que se han dedicado a esta misión?
A Jesús también le pasó lo mismo. El próximo domingo leeremos la continuación de este texto y veremos como sus conciudadanos lo quieren echar por un precipicio.
Las palabras de Jesús nos arrancan de nuestra comodidad y esto no nos gusta. Preferimos la tranquilidad de cumplir unas normas, practicar unos ritos y seguir viviendo si más. Las palabras de Jesús nos obligan a cambiar nuestra vida de raíz. Liberar a los oprimidos, abrir ojos y desbrozar caminos no es fácil. Pero esto es lo que significa ser sus discípulos. Esto es hacer que la Escritura se cumpla Hoy.
En el mediterráneo siguen ahogándose niños. En tierra se siguen congelando de frío o muriendo de hambre. Nosotros nos habituamos y no hacemos nada para paliarlo. Seguimos sin actualizar la misión de Jesús, la misión de sus discípulos.
El resto ya pertenece al capítulo cuarto. Los capítulos anteriores nos muestran la infancia de Jesús , la predicación de Juan y el bautismo en el Jordán. En este capítulo cuarto, empieza propiamente la misión de Jesús. Esta escena en la sinagoga de su pueblo, Nazaret, es toda una declaración de intenciones. Jesús se sirve de un texto de Isaías. Él hace suyas estas palabras. esta es su misión. Y acaba diciendo que Hoy se cumple esta Escritura.
Jesús viene a anunciar la Buena Noticia, que es lo que significa evangelio. Y esta noticia es la libertad a los cautivos, la vista a los ciegos. Y lo importante es que esto se cumple Hoy. Escribo Hoy con mayúscula con toda la intención. Porque la Palabra debe hacerse actual para nosotros cada día. Este Hoy es también nuestro tiempo.
Es triste que muchas veces nos hayamos olvidado de nuestra misión: anunciar la Buena Noticia a los pobres. Ayudar a ver a los que no ven y a caminar a los que no pueden. Ser luz y camino para la sociedad. Eliminar toda opresión de la tierra. ¿Cuántas veces hemos oído atacar, prohibir, anatematizar a los que se han dedicado a esta misión?
A Jesús también le pasó lo mismo. El próximo domingo leeremos la continuación de este texto y veremos como sus conciudadanos lo quieren echar por un precipicio.
Las palabras de Jesús nos arrancan de nuestra comodidad y esto no nos gusta. Preferimos la tranquilidad de cumplir unas normas, practicar unos ritos y seguir viviendo si más. Las palabras de Jesús nos obligan a cambiar nuestra vida de raíz. Liberar a los oprimidos, abrir ojos y desbrozar caminos no es fácil. Pero esto es lo que significa ser sus discípulos. Esto es hacer que la Escritura se cumpla Hoy.
En el mediterráneo siguen ahogándose niños. En tierra se siguen congelando de frío o muriendo de hambre. Nosotros nos habituamos y no hacemos nada para paliarlo. Seguimos sin actualizar la misión de Jesús, la misión de sus discípulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario