En nuestra sociedad hay tanto ruido que no nos damos cuenta de nada. Palabras, imágenes, sonidos, que nos distraen de la realidad. Debemos redescubrir la importancia del silencio. Un silencio que iluminará nuestras vidas, que nos hará ver la realidad.
Este texto de José F. Moratiel nos ayuda a adentrarnos en la luz del silencio:
"Cuando amanece, parece que todo se estremece con la luz.
Cuando llega la luz del alba todo recobra vida, todo despierta.
Este sol viene de lejos y llega hasta nosotros para visitarnos,
para despertarnos.
Lo mismo ocurre con el silencio.
Cuando uno se encuentra en medio de los jaleos y complicaciones de la vida
todo está medio confuso,
y en el silencio poco a poco se va reconociendo todo:
aquel miedo, aquella alegría, aquella desconfianza, aquella emoción...
El miedo hace destacar nuestra vida, todo es diferencia en el silencio;
en su presencia todo cobra vida.
Nuestro silencio nos abre caminos maravillosos
de comunicación, de encuentro.
Hemos de aprender el lenguaje de la luz,
de la flor, de la montaña...
hemos de aprender el lenguaje de todo aquello que vive en nosotros."
(José F. Moratiel)
Y este lenguaje sólo se aprende en el silencio. Yo os invito a que probéis de hacer cada día un rato de silencio. No el silencio insoportable de la soledad impuesta, sino el silencio buscado para contemplar las cosas, para contemplar la vida. No os arrepentiréis.
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