Hoy os dejo este poema de A. Negri para que lo meditéis.
Tú caminas a mi lado,
Señor. No deja huellas en la tierra
tu paso. No te veo: siento y respiro
tu presencia en cada tallo de hierba,
en cada átomo de aire que me nutre.
Por el sendero oscuro que discurre entre los prados
me llevas a la iglesia de la aldea,
mientras arde la puesta del sol
detrás del campanario. Todo
en mi vida ardió y se consumió
como la hoguera que ahora prende a occidente
y dentro de poco será cenizas y sombra:
sólo me queda salva esta pureza
de infancia que remonta, intacta, el curso
de los años por la alegría de volver a encontrarte.
No me abandones más.
Hasta que no caiga mi última noche
- aunque sea esta misma -, colma
sólo de ti desde los rocíos a los astros,
y transfórmame en gota de rocío
para tu sed y en luz
de rostro para ti gloria.
(A. Negri, "Fons Amorus), Milán 1946)
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