"Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: Convertíos, porque está cerca el Reino de los Cielos. Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, poseídos, lunáticos y paralíticos."
Han encarcelado a Juan y Jesús empieza su misión. Enseguida vemos la diferencia con el Bautista. Jesús también predica conversión; pero Jesús proclama el Reino y lo hace dedicándose a los problemas del pueblo. Curando sus dolencias.
Si nosotros queremos ser sus discípulos, la lección es clara; no sólo debemos predicar, sino que debemos dedicarnos a solucionar los problemas, a curar. Ayudar a ver, a caminar. Nuestro deber es luchar por la justicia y quitar las dolencias de este mundo.
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