¿QUÉ PEDIMOS?

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden! En resumen: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas."

"Un tema fundamental en la vida y espiritualidad cristiana es la oración, entendida como la respiración de la fe. En el marco de la novela bíblica de Ester, la heroína se dispone a ejecutar un arriesgado plan que significará la salvación para su pueblo, amenazado de exterminio; la amenaza es consecuencia de intrigas palaciegas mezquinas o burocráticas. Ella se encontrará con el rey, y ruega a Dios que le conceda decir palabras sabias que consigan la liberación de los suyos, y que cambie el corazón del rey para que aniquile a los enemigos del pueblo. Ella pone su vida en las manos del Dios verdadero, que dispone de todas y cada una de las creaturas.

Jesús afirma que debemos solicitar en oración cosas buenas. Dios no puede negárnoslas. Nos corresponde pedir el bien que necesitamos. Llegar a este punto, sin embargo, es fruto de un camino de análisis personal que ha identificado nuestras necesidades en el horizonte de Dios, no en el de nuestros mezquinos intereses, que pueden dañar a otros. ¿Qué pan pedimos en el Padrenuestro?" (Koinonía)