lunes, 22 de febrero de 2021

LAS LLAVES DEL REINO

 


En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?" Ellos contestaron: "Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo." Jesús le respondió: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo."

Jesús dio a Pedro las llaves del Reino. Estas llaves son el Amor. El único que es capaz de abrir los corazones.

"En muchas culturas preindustriales, los mayores de edad juegan un papel social significativo. Los ancianos representan el saber de los años, la experiencia de vida y la venerable autoridad en las estructuras de gobierno familiar, gremial y nacional. Ellos saben leer los tiempos, cuándo sembrar y cuándo guerrear; aconsejan y curan, invocan a los dioses y norman la conducta de la comunidad. En la cultura del pueblo de la Biblia, los ancianos eran un referente para los individuos y la comunidad. Los ancianos, presbíteros en griego, eran modelos de vida en el seno de los grupos cristianos, y en cierto modo, con el correr del tiempo, se vinieron a transformar en la jerarquía de la comunidad cristiana, obispos y sacerdotes.
Actualmente, uno de los retos más significativos que enfrenta la figura del sacerdocio ministerial es el imperativo de transitar de un sistema sacro piramidal a uno correlacional, como el de una red, donde se puedan generar mecanismos balanceados, equitativos y transparentes que continúen haciendo de la Iglesia el pueblo santo de Dios." (Koinonía)

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