lunes, 13 de abril de 2015

PARÁBOLA (49)


Se me mostró un cielo iluminado con un sol radiante. Era como una manta azul que me envolvía y todo estaba iluminado. Luego se me mostró el mismo cielo en una noche sin luna. No se veía nada a mi alrededor, pero en el cielo se veían millones de estrellas muy lejanas. Y escuché estas palabras:
- Cuando todo está iluminado en tu vida, crees ver correctamente. Sin embargo, sólo ves los objetos cercanos. Es de noche cuando podemos ver las estrellas lejanas. No temas la noche oscura del alma. Es entonces cuando verás aquello que la luz no te dejaba ver.

2 comentarios:

  1. Bon día Joan Josep:
    A las 7,30 h. de la mañana leo esta reflexión, has iluminado mi mente.
    Una abraçada, Montserrat
    t

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  2. Gracias, no temeré a la noche del alma, gracias.

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