lunes, 14 de septiembre de 2015

PARA SALVAR...


"Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo."

Esta frase, por sí sola, debería llenarnos de gozo y alegría. Una religión que se basa en el poder, en la opresión, en el miedo, no tiene nada que ver con Jesús. Los que quieren transformar el cristianismo en algo opresor, se alejan del camino de Jesús. El camino de Jesús es un camino de salvación. Él murió en la cruz, no para condenarnos, sino para salvarnos. Murió en la cruz para mostrarnos que Dios está en el otro.  Nosotros debemos ser, como discípulos de Jesús, salvación para los demás. La entrega salva. Es el egoísmo el que nos condena.

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