sábado, 17 de julio de 2021

ESPECIALISTA EN DÉBILES


 

En aquel tiempo, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos le siguieron. Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: "Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las naciones."

Si queremos seguir a Jesús, debemos emprender su misma dirección. Hacernos especialistas en los débiles: pobres, cautivos, ciegos, oprimidos...

"Jesús cumple las promesas antiguas del Mesías: hacer triunfar la justicia e implantar el derecho. Por eso será perseguido por los poderosos que se sienten amenazados y estarán cerrados a la buena nueva de Jesús. Los signos mesiánicos son evidentes, muchos son sanados, otros le siguen. El cumplirá las profecías del siervo: no gritará, no discutirá. La historia de la salvación y liberación resonará siempre en la memoria de Israel, es la noche santa, en que salen, pasan, es la Pascua de la esclavitud a la tierra prometida. Esta noche estará llena de signos, panes preparados a prisa, un viaje sin provisiones. Dios mismo vela por ellos esa noche . Nos enlazamos así en la memoria de otra noche en la que Jesús, el Mesías, pasará de la muerte a la vida resucitando victorioso. Ambos acontecimientos lo celebraremos siempre en la Pascua, dándole a la liturgia un sentido profundamente pascual. Nos invita a hacer memoria, memoria celebrativa de los momentos de vida de nuestras familias y comunidades como continuación de la obra de la liberación." (Koinonía)

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