lunes, 9 de febrero de 2015

BENDÍCENOS SEÑOR


Señor, bendice nuestras manos,
para que sean delicadas y sepan tomar,
sin nunca aprisionar.
Que sepan dar, sin calcular
y tengan la fuerza de bendecir y consolar.

Señor, bendice nuestros ojos,
para que sepan ver la necesidad
y no olviden nunca aquello que pasa desapercibido.
Que ven bajo toda superficie,
para que los demás se sientan felices
por nuestra forma de mirarlos.

Señor, bendice nuestros oídos,
para que sepan oír tu voz
y percibir con claridad
el grito de los afligidos.
Que sepan permanecer sordos
a los ruidos inútiles a la charlatanería,
pero no a las voces que gritan
y piden ser escuchadas,
aunque interpelen nuestra comodidad.

Señor, bendice nuestras bocas,
para que den testimonio de Ti
y no digan nada que hiera o destruya.
Que sólo pronuncien palabras que alivien,
que nunca traicionen confidencias y secretos,
que consigan despertar sonrisas
y que digan palabras que eduquen y enseñen.

Señor, bendice nuestros corazones,
para que sean templos vivos de tu Espíritu
y sepan dar calor y refugio.
Que sean generosos en perdonar y comprender
y aprendan a compartir dolor y alegría,
penas y sufrimientos y siempre con un gran amor.

domingo, 8 de febrero de 2015

EL PROGRAMA DE JESÚS


"Cuando salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Se lo dijeron a Jesús, y él se acercó, la tomó de la mano y la levantó. Al momento se le quitó la fiebre y se puso a atenderlos.
Al anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron ante Jesús a todos los enfermos y endemoniados, y el pueblo entero se reunió a la puerta. Jesús sanó de toda clase de enfermedades a mucha gente y expulsó a muchos demonios; pero no dejaba hablar a los demonios, porque ellos le conocían.
 De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar apartado. Simón y sus compañeros fueron en busca de Jesús, y cuando lo encontraron le dijeron:
– Todos te están buscando.
Él les contestó:
– Vayamos a otros lugares cercanos a anunciar también allí el mensaje, porque para esto he salido.
Así que Jesús andaba por toda Galilea anunciando el mensaje en las sinagogas de cada lugar y expulsando a los demonios."

En este evangelio se nos muestra con claridad el programa de Jesús. Una jornada dedicada a los hombres y unas oras de silencio dedicadas a la oración. Jesús cura, sana, expulsa demonios. Y Jesús busca unos momentos para unirse al Padre. Y todo esto lo hace abierto a todos. Él recorre toda Galilea curando y anunciando la Buena Nueva. Jesús nos quiere a todos, no sólo a unos pocos selectos. Él busca a todo aquél que sufre, que está abandonado, que necesita ayuda.
Si queremos ser de verdad sus discípulos, debemos dedicar nuestra vida a "curar" a los demás. A ser esperanza y alegría para los otros. Este debe ser nuestro día a día: servir, curar, orar.
El Hermano Adriano me confesó que había conocido a personas estupendas, dedicadas a los demás, que un día abandonaban su labor alegando que estaban "quemadas". El me decía que gracias a la oración había podido continuar. Cuando todo lo veía negro recuperaba fuerzas en la iglesia del Pi o por la noche al regresar a la comunidad.
Hoy se celebra también el día de la Campaña contra el Hambre en el Mundo. Como a Jesús, las necesidades de los otros no deben dejarnos indiferentes. Debemos hacer todo lo que podamos, por poco que sea, para ayudar a todas esas personas que viven sin ilusión, sin perspectivas de futuro, bajo el lindar de la pobreza. Sólo así seguiremos el programa de Jesús.

viernes, 6 de febrero de 2015

EL ANACORETA Y EL TIEMPO


El joven seguidor andaba preocupado. Se quejaba de que no tenía tiempo para hacer todas las cosas que quería. El Anacoreta rió alegremente y le dijo:
-  El tiempo es relativo. La desdicha de nuestro tiempo es precisamente que lo hemos convertido nada más que en tiempo y no queremos hablar de eternidad.
Lo miró con cariño y concluyó:
- Lo importante no es la cantidad de cosas que hacemos sino su calidad. Si vives intensamente con amor lo que haces, tendrás auténticos momentos de eternidad...

jueves, 5 de febrero de 2015

LUGARES INTERESANTES: MALMERCAT Y TORNAFORT


Malmercat es una pequeña población del Pallars Sobirà, que pertenece al municipio de Soriguera. Está  a 10 km de Sort y a 960 metros de altura.
Tiene una iglesia románica dedicada a Sant Andreu. Quedan restos del castillo de Malmercat, también llamado de Bielsa por sus últimos propietarios. Del castillo se conservan restos de un torreón y la capilla de Santa Eulalia, actualmente un almacén.
También pertenece al municipio de Soriguera el pueblo de Tornafort con una casa de turismo rural. 

Iglesia románica de Sant Andreu

Restos del castillo

Tornafort

miércoles, 4 de febrero de 2015

¿HAY QUE ESCOGER?


Hay espiritualidades que nos ponen en una disyuntiva. O escogemos a Dios o escogemos a los hombres. Thomas Merton tenía claro que este dilema es falso. Por eso escribió en la revista Cistercia Studes lo siguiente:
"No es cuestión de escoger entre Dios o el hombre, sino de encontrar a Dios amando al hombre, y de descubrir el verdadero significado del hombre en nuestro amor por Dios."
Una espiritualidad auténtica no puede encerrarnos en nosotros mismos; esto sería puro narcisismo. Un Dios que nos aparta de los demás es una mera invención nuestra: un ídolo. En "Nuevas semillas de contemplación", nos dice con claridad:
"Una persona no puede entrar en el centro más profundo de sí misma y pasar de este centro hasta Dios, si no es capaz de salir por completo de sí misma, vaciarse y darse a otras personas en la pureza de un amor desinteresado."  

domingo, 1 de febrero de 2015

ENSEÑAR CON AUTORIDAD


 "Llegaron a Cafarnaún, y el sábado entró Jesús en la sinagoga y comenzó a enseñar. La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como los maestros de la ley. En la sinagoga del pueblo, un hombre que tenía un espíritu impuro gritó:
– ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco. ¡Sé que eres el Santo de Dios!
Jesús reprendió a aquel espíritu, diciéndole:
– ¡Cállate y sal de este hombre!
El espíritu impuro sacudió con violencia al hombre, y gritando con gran fuerza salió de él. Todos se asustaron y se preguntaban unos a otros:
– ¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva y con plena autoridad! ¡Hasta a los espíritus impuros da órdenes, y le obedecen!
Muy pronto, la fama de Jesús se extendió por toda la región de Galilea."

Como es sábado Jesús acude a la sinagoga. Comienza a enseñar y deja a todos llenos de admiración. Se haya presente un endemoniado; alguien que tenía un espíritu impuro. Curiosamente no se había inmutado cuando hablaban los letrados; pero Jesús lo hace salir de su silencio y sana a aquel hombre. Los presentes dicen que habla con autoridad.
Nosotros, maestros, catequistas, sacerdotes, en los sermones, hablamos repitiendo la doctrina que hemos recibido. Jesús habla con su vida. Se muestra a Él en su predicación. Nos acerca a Dios, porque Él es la Palabra. Jesús habla y cura.
Nosotros presenciamos el mal en nuestro mundo: el hambre, la injusticia, la esclavitud, la violencia, el odio...Y no lo remediamos, porque sólo lo combatimos con palabras. Es con nuestra VIDA con lo que hemos de combatirlo. Sólo cuando nuestra vida esté acorde con nuestras palabras, enseñaremos con autoridad. Y entonces, con sencillez, con suavidad, el bien se irá extendiendo por todas partes.