domingo, 23 de mayo de 2010

ESPÍRITU SANTO


"Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. En esto entró Jesús, se puso en medio de ellos y les dijo:
- Paz a vosotros.
Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis , les quedan retenidos."


Juan narra el don del Espíritu la misma noche de Pascua. Lucas, cincuenta días después. Juan en su afán teológico quiere mostrarnos el Misterio de Jesús como un todo. La consecuencia de la Resurrección es que ellos se transforman en hombres nuevos; renacen del Espíritu.
Tenemos el peligro de considerar al Espíritu como algo etéreo, sin ninguna consecuencia en nuestras vidas...Jesús, en el Evangelio de Lucas, ya dice claramente qué es poseer el Espíritu.
El día que Jesús entró en la sinagoga de su pueblo, Nazaret, y hace la lectura. " El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor."
Ved el paralelismos con el texto de Juan. Jesús, con el Espíritu, envía a los discípulos. ¿A qué? A realizar lo que Jesús hizo en su vida: curar, liberar, amar...A proclamar el año de Gracia. A perdonar. Los dones del Espíritu Santo no son para obtener poder, éxito, grandeza...Son para darnos a los demás. Para hacer de cada día de nuestra vida, un anuncio de la Buena Nueva con nuestra vida.
Jesús, tras su Resurrección tenía dos maneras de darse a conocer. Partiendo el pan y mostrando sus llagas...Esas deberían ser las señas de identidad de la Iglesia. La comunión entre sus miembros, el amor que hace a Jesús presente en medio nuestro y mostrar nuestras llagas. No nuestro poder, nuestra influencia, sino nuestros defectos y nuestra pobre lucha contra la injustícia, contra la opresión, contra el mal. Una Iglesia que ha de ser ante todo, misericordia para todos los hombres.
Nosotros deberíamos decir como Jesús: "Mirad, los cojos andan, los ciegos ven..."
El espíritu Santo está junto a nosotros, en nosotros, en nuestra lucha de cada día. Nos da fuerzas y nos ilumina. Pero, claro, hay que saber escucharlo...Porque el Espíritu habla en el silencio, en la meditación...

7 comentarios:

  1. Siempre fue lo más difícil de entender para mí, quizás si me lo hubieran explicado así...

    "Darnos a los demás..., perdonar, hacer cada día de nuestra vida, un anuncio de la Buena Nueva con nuestra vida..."
    Dicho así tiene mucho más sentido

    Un abrazo y feliz domingo

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  2. Buenos días Joan Josep.

    Muy interesante tu post. Cierto que a veces no escuchamos el silencio que también nos habla.

    Feliz domingo

    Un saludo

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  3. Gracias Juan Josep, por esta entrada tan bonita. Siempre he oído decir que el Espíritu Santo era el gran desconocido, y mire por donde van las cosas la primera persona de la Trinidad que conocí, fue el Espíritu, luego al Padre casi al tiempo y tenía sólo 6 añitos y hasta cerca de los 39 años no descubrí a Jesús.
    Alabado sea el Señor con sus dones.
    Feliz día de Pentecostés.
    Con ternura.
    Sor.Cecilia

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  4. SI ES BEN CERT, HI HA QUE SABER ESCOLTARLO.
    MOLTES VEGADAS EL EGOISME, NO DEIXA SENTIRLO.

    GRACIAS PER COMPARTIR AQUESTA ENTRADA.

    UNA ABRAÇADA DESDE VALENCIA, Montserrat

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  5. Maravilloso, hermano; especialmente aquello de que los dones son, a su vez, para darnos a los demás.
    Quizás con el mismo silencio confiado y orante de María redescubramos que el mismo Dios se hace don.
    Un abrazo en Cristo y María
    Paz y Bien
    Ricardo

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  6. Yo ahunque crea en el, y se que està: nunca lo boy ha sentir, no medito,ablo muy fuerte y mi espiritu anda muy atado ha este mundo y ha la carne. Ho sea que va ha la suya-Pero se que esta aqui una abraçada

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  7. EL Espíritu habla en siencio y se hace presente más veces de lo que imaginamos.En el silencio de la meditación y en la dureza de la vida cotidiana.ÉL es el misterio que no tiene LUGAR ni FORMA,solo ES en nosotros,quienes quiera que seamos.
    Besucos de vuelta

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