martes, 14 de diciembre de 2010

CORRUPTOS Y PROSTITUTAS...


"En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
- ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: Anda, hijo, ve a trabajar hoy a la viña. Él respondió: No quiero. Pero después se arrepintió y fue. Luego se acercó al segundo y dijo lo mismo. Él respondió: Voy, señor. Pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?
Le contestaron:
- El primero.
Entonces Jesús les dijo:
- Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el Reino de Dios. Porque vino Juan a mostraros el camino de la salvación y no le creísteis; en cambio los publicanos y las prostitutas le creyeron. Y vosotros, a pesar de verlo, no os arrepentisteis ni creísteis en él."

Primeramente hemos de fijarnos a quién iban dirigidas estas palabras: a los sumos sacerdotes y a los ancianos. Es decir, a las personas más importantes de Israel, consideradas por todos, como modelos de cumplimiento de la Ley y de santidad. A ellos les dice, que publicanos y prostitutas entrarán en el Reino antes, les precederán.
En nuestros días entendemos claramente lo que es una prostituta, pero nos queda algo lejano el concepto de publicano. Pues el sinónimo actual es muy claro. Un publicano es un corrupto. El publicano aprovechaba su cargo de recaudador de impuestos, para extorsionar a los demás y enriquecerse. Y tal como está el panorama en nuestra sociedad, hoy nos dolería mucho que Jesús nos dijese que los corruptos son mejores que nosotros. ¿Quiere decir Jesús en este evangelio, que, para entrar en el Reino, hemos de ser corruptos o prostituírnos?¿Hemos de ser inmorales?
No podemos desligar la segunda parte del Evangelio de la primera. Con la parábola de los dos hijos nos está diciendo Jesús, que ser Cristiano no es cosa de palabras, de títulos, de teorías, sino de acción. Tendemos a actuar como el segundo. Decimos que sí, aquí estoy, soy tu consagrado, te seguiré a donde quiera que vayas...etc, etc...y luego nuestra vida queda muy lejos de nuestras promesas. De lo que se trata no es de prometer, sino  de seguir el camino de la salvación. Y ese es el camino de la justícia, del Amor, del compromiso por los demás. Es el camino de dar de comer, de beber, vestir y cuidar al enfermo...
Y, curiosamente, personas a las que hemos despreciado por su falta de moral, quizá comprenden mejor este camino que nosotros. El Hno. Adriano, que siempre andó entre ladrones, drogadictos y prostitutas, me comentaba muchas veces este evangelio. Y me decía:
- Tengo verdaderos problemas para encontrar a alguien que acoja, ni siquiera pagando, a los enfermos de sida en fase terminal. Hay una antigua prostituta, que tiene la casa llena y nunca me dice no. Nosotros tan cristianos, religiosos, ¿los admitimos en nuestra comunidad? NO. 
Él estaba seguro que esa prostituta era una de las que nos precedería en el Reino a todos. Hasta al Papa. Porque lo que viene a decirnos Jesús hoy, es, que lo que quiere de nosotros es nuestro corazón, no nuestra palabrería. Precisamente hoy celebramos San Juan de la Cruz. Fue él quien escribió: "Al final de los tiempos seremos juzgados del Amor". Jesús dijo de la prostituta que le perfumaba los pies, que se le perdonaba mucho, porque amaba mucho. Si sabemos amar, iremos a trabajar a la viña, aunque al principio nos hayamos negado. Y no olvidemos que la viña del Señor es este mundo con todas sus injustícias. Que trabajar en la viña quiere decir luchar por un mundo mejor. Todos somos remolones a la hora de seguir el camino de la salvación...Pero si amamos, seguro que un día nos adentraremos en él...A pesar de todos nuestros pecados...  

5 comentarios:

  1. Exactamente, un post muy bueno.

    El Señor el día del Juicio no nos preguntará cuántas veces fuimos a misa, cuántos rosarios rezamos, qué títulos tenemos, cuántas carreras, sino cuánto amamos, qué hicimos para hacer retroceder el mal puesto que todo lo que hicimos a los más pequeños a Él mismo se lo hicimos. (Mt 25,31 ss)

    Gracias

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  2. Nos volvemos cómodos o mejor dicho, egoístas. Cuesta hacerse cargo de alguien que tiene más problemas que nosotros, quizás porque nos da miedo pensar que es probable que no estemos a la altura de las circunstancias.

    Quiero creer que la mayoría de la gente no ayuda porque aún no sabe cómo hacerlo.

    Un Abrazo Joan.

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  3. Ayudar a los que verdaderamente lo necesitan, es donde se halla el verdadero amor, y no dando unas monedas para tranquilizar nuestra conciéncia,mientras nos refugiamos en nuestra comodidad, cerrando ,los ojos y los oídos, para no ver y escuchar los lamentos y sufrimientos de los que están enfermos, solos, y sin ayuda que mitigue su sufrimiento y falta de afecto. Un saludo.

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  4. Joan Josep...A veces cuesta tanto entender lo que se debe hacer...A veces cuesta tanto hacer lo que se entiende que se debe...

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  5. Bueno.... a este paso no entran en el cielo ni los 144 que dicen los testigos.
    Una vez te comentaba; ¿ y como llamamos al pecado de saber lo que no estamos haciendo y seguir sentados?
    Antes te he leido; dos mil años repitiendo lo mismo... y...
    Joan, o el hombre se lo hace ver o va a ser que no tiene cura.
    Me voy a desayunar que no he dormido.
    Besos de buenas nooches y mejores buenos dias.

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